El agujero fiscal británico es una ilusión

El texto de Robert Skidelsky, publicado el 30 de septiembre de 2024, analiza el debate sobre el "agujero negro" de 22,000 millones de libras en las finanzas públicas del Reino Unido, atribuido al gobierno conservador anterior por el nuevo gobierno laborista. Skidelsky cuestiona la validez de esta cifra y la aplicación de reglas fiscales arbitrarias.

Resumen

• El nuevo gobierno laborista, liderado por Keir Starmer, ha anunciado un "agujero negro" de 22,000 millones de libras en las finanzas públicas, atribuido al gobierno conservador anterior.
• Skidelsky argumenta que el tamaño del agujero fiscal es cuestionable y que las reglas fiscales utilizadas para calcularlo son arbitrarias.

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• El marco fiscal actual se basa en reglas introducidas por Gordon Brown en 1997 y reforzadas por David Cameron en 2010, con el objetivo de garantizar la estabilidad fiscal.
• Skidelsky critica la obsesión con la estabilidad de precios, argumentando que se ha descuidado la importancia del pleno empleo, como lo señaló John Maynard Keynes.
• Se destaca la necesidad de inversión pública, como lo propone la economista Mariana Mazzucato, para impulsar el crecimiento económico y combatir el cambio climático.
• Skidelsky cuestiona la suposición de que la inversión pública es siempre más favorable al crecimiento que la inversión privada.
• Se argumenta que la inversión pública puede atraer capital privado que actualmente está vinculado a actividades especulativas.
• Skidelsky sugiere que la camisa de fuerza fiscal del Reino Unido necesita aflojarse mediante medidas de estímulo a la demanda, incluso con una tasa de desempleo baja.

Conclusión

Skidelsky concluye que el debate sobre el "agujero negro" en las finanzas públicas del Reino Unido está enmarcado por reglas fiscales arbitrarias y una obsesión con la estabilidad de precios que ha descuidado la importancia del pleno empleo. Argumenta que la inversión pública es necesaria para impulsar el crecimiento económico y que la camisa de fuerza fiscal del Reino Unido necesita aflojarse mediante medidas de estímulo a la demanda.