El impacto urbano de la expropiación petrolera: 87 años de transformación y desafíos

El texto de la Asociación Mexicana de Urbanistas (AMU), fechado el 20 de marzo de 2025, analiza el impacto de la expropiación petrolera de 1938 en el desarrollo urbano y social de las principales ciudades petroleras de México. Se examina cómo esta decisión histórica, liderada por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, transformó estas ciudades en centros neurálgicos de la industria energética, pero también generó desafíos en términos de planificación urbana, desigualdad social e impacto ambiental.

La expropiación petrolera, decretada el 18 de marzo de 1938, transformó el desarrollo urbano y social de las principales ciudades petroleras de México.

Resumen

• La expropiación petrolera de 1938, impulsada por Lázaro Cárdenas del Río, nacionalizó los bienes de 17 compañías extranjeras, impactando significativamente el desarrollo urbano de ciudades como Ciudad del Carmen, Villahermosa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Tampico, Altamira, Salamanca, Salina Cruz y Tula.
• Estas ciudades se convirtieron en centros de la industria petrolera, atrayendo a miles de trabajadores, pero con marcadas desigualdades: infraestructura industrial moderna contrastaba con la falta de servicios básicos en los asentamientos de los trabajadores mexicanos.

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• La falta de planificación territorial generó expansión urbana desordenada, problemas de infraestructura y servicios deficientes, a pesar de algunos avances.
• Ciudad del Carmen ha diversificado su economía, pero otras ciudades como Poza Rica y Minatitlán siguen siendo vulnerables a la crisis de Petróleos Mexicanos (Pemex).
• La explotación de hidrocarburos ha causado graves daños ambientales, afectando suelos, cuerpos de agua y la calidad de vida de los habitantes.
• La contribución del petróleo al PIB nacional ha disminuido, pasando del 15% en la década de 1960 al 3.7% actual, reflejando una transición hacia energías renovables.
• Pemex enfrenta graves problemas financieros, lo que agrava la situación de las ciudades petroleras dependientes de esta industria.
• El principal reto para estas ciudades es la diversificación económica y la modernización de su infraestructura urbana para garantizar su futuro.

Conclusión

• A 87 años de la expropiación petrolera, México tiene una deuda pendiente con las ciudades que dieron vida a la industria.
• Es imprescindible una transición hacia un modelo más sostenible e inclusivo para corregir los desequilibrios históricos.
• La diversificación económica y la modernización de la infraestructura urbana son cruciales para el futuro de estas ciudades.
• El autor del texto es Juan L. Kaye López, Presidente del Consejo Directivo Nacional de la Asociación Mexicana de Urbanistas.