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El texto escrito por Howard Davies el 20 de Marzo de 2025, analiza las crecientes tensiones geopolíticas y su impacto en la cooperación regulatoria financiera internacional, particularmente en el seno del Banco de Pagos Internacionales (BPI) y sus organismos afiliados en Basilea. Se centra en la divergencia entre Estados Unidos y otras potencias económicas en temas clave como la regulación bancaria, el cambio climático y las monedas digitales, poniendo en duda el futuro de la colaboración multilateral en el ámbito financiero.

La posible retirada de Estados Unidos de los acuerdos de Basilea 3.1 podría desestabilizar la arquitectura financiera global.

Resumen

• El artículo destaca las tensiones transatlánticas que afectan al mundo financiero, recordando la histórica reticencia de Estados Unidos a participar plenamente en el BPI.
• Se menciona la finalización de la normativa "Basilea 3.1", que busca regular a los intermediarios financieros no bancarios y abordar los desafíos de las criptomonedas y el cambio climático.
• La administración del presidente Donald Trump muestra una clara divergencia con los consensos de Basilea, evidenciada por la retirada de la Reserva Federal de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero y el colapso de iniciativas lideradas por las Naciones Unidas y Mark Carney.
• La implementación de "Basilea 3.1" se ha politizado en Estados Unidos, con la oposición republicana a los aumentos de capital propuestos por la Reserva Federal, poniendo en duda el futuro de la normativa.
• La Unión Europea y el Reino Unido han aplazado sus planes de reforma regulatoria a la espera de la evolución del debate en Estados Unidos.
• Se plantea la preocupación por un escenario donde los bancos estadounidenses tengan requisitos de capital inferiores a los de sus contrapartes europeas o japonesas, lo que podría socavar la utilidad del Comité de Basilea.
• El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) también enfrenta desafíos, dada la incompatibilidad de su agenda con las prioridades del gobierno estadounidense, especialmente en lo que respecta a la regulación de los fondos de cobertura.
• Las divisiones son evidentes en el ámbito de las criptomonedas, con el Banco Central Europeo avanzando en el desarrollo de un euro digital, mientras que Estados Unidos muestra poco entusiasmo y Trump ha prohibido a la Reserva Federal trabajar en un dólar digital.
• El artículo concluye cuestionando si el BPI podrá mantener su papel como centro de cooperación financiera internacional ante las crecientes líneas de fractura políticas.

Conclusión

• La cooperación regulatoria financiera internacional está en riesgo debido a las tensiones geopolíticas y la divergencia de prioridades entre Estados Unidos y otras potencias económicas.
• La posible desvinculación de Estados Unidos de los acuerdos de Basilea podría desestabilizar la arquitectura financiera global y socavar la eficacia de organismos como el Comité de Basilea y el FSB.
• El futuro del BPI como foro de encuentro y cooperación está en duda, amenazado por las divisiones políticas que atraviesan Basilea.