Este texto de Andrew Gallucci, publicado el 20 de diciembre de 2024, analiza las implicaciones geopolíticas y económicas de la salida del Banco de Pagos Internacionales (BPI) del proyecto mBridge, una iniciativa de monedas digitales de bancos centrales. El artículo argumenta que la decisión del BPI refleja una tensión entre Occidente y los BRICS en la configuración del futuro del sistema financiero global.
Resumen:
El BPI, liderado por Agustín Carstens, se retiró de mBridge, una iniciativa para conectar monedas digitales de bancos centrales, debido a las sanciones impuestas a algunos países BRICS.
mBridge, concebido en 2022, buscaba mejorar la eficiencia de los pagos transfronterizos utilizando tecnología blockchain.
La decisión del BPI refleja la preocupación de Occidente por la creación de un sistema financiero alternativo liderado por los BRICS, independiente del dólar estadounidense y libre de sanciones occidentales.
Los BRICS buscan crear un nuevo orden financiero basado en una moneda única respaldada por blockchain, para evitar las sanciones occidentales.
Estados Unidos, según el artículo, debería considerar la adopción de un dólar digital regulado para contrarrestar las ambiciones de los BRICS y modernizar el sistema financiero actual.
La regulación de las stablecoins en dólares, con apoyo bipartidista en el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, se presenta como una medida clave para mantener la influencia del dólar en la economía digital.
El artículo destaca la necesidad de un equilibrio entre el sector público y privado en la regulación de las monedas digitales.
El autor, Andrew Gallucci, ex funcionario del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia, actualmente trabaja en Circle.
Conclusión:
La salida del BPI de mBridge marca un punto de inflexión en la competencia geopolítica por la configuración del futuro del sistema financiero global.
La respuesta de Occidente a la iniciativa de los BRICS será crucial para determinar el futuro del dinero digital y el orden financiero internacional.
La adopción de un dólar digital regulado por Estados Unidos podría ser una estrategia efectiva para contrarrestar la influencia de los BRICS y mantener la hegemonía del dólar.
La colaboración entre el sector público y privado es esencial para desarrollar un sistema financiero digital seguro, eficiente y que refleje los valores occidentales.