El texto analiza la situación de la Inversión Extranjera Directa (IED) en México durante los últimos años, destacando la reducción de los flujos de inversión en el primer semestre de 2024 y las posibles causas de esta tendencia.
Resumen
México se ha posicionado como uno de los principales receptores mundiales de IED en los últimos años, impulsado por la integración productiva con Estados Unidos, la relocalización de empresas y los conflictos geopolíticos.
Sin embargo, la IED en México se ha reducido en el primer semestre de 2024, pasando de 32 mil 122 millones de dólares en 2023 a 31 mil 96 millones.
La reducción se debe en parte a la incertidumbre política y económica interna, así como a la desconfianza de los inversionistas ante las reformas constitucionales en materia de Estado de Derecho.
Las nuevas inversiones se han reducido drásticamente, lo que indica que México no ha sido capaz de materializar el potencial del nearshoring y que los inversionistas están descontando los efectos de las reformas.
A pesar de la reducción general, Canadá y Estados Unidos han incrementado su inversión en México, principalmente en reinversión de utilidades. China también ha aumentado su inversión en el país.
La IED es un componente crucial en el desarrollo económico de México, no solo como fuente de divisas, sino también por su impacto en la inversión productiva, la generación de empleo y el desarrollo tecnológico.
La reducción de la IED podría tener consecuencias negativas a mediano y largo plazo, afectando el bienestar compartido que se busca con la transformación del país.
Conclusión
El texto advierte sobre la necesidad de abordar las causas de la reducción de la IED en México para evitar consecuencias negativas en el desarrollo económico del país. Se destaca la importancia de generar un entorno político y económico estable que inspire confianza a los inversionistas y permita aprovechar las oportunidades de la relocalización.
