Calibrar la política monetaria hacia la segunda mitad de 2025

El texto de Grupo Financiero Multiva, fechado el 11 de Agosto de 2025, analiza las tendencias financieras actuales, centrándose en las políticas monetarias de Banxico y la FED, y cómo estas se influyen mutuamente, pero también divergen en respuesta a las condiciones económicas específicas de México y Estados Unidos.

Un dato importante es que Banxico redujo su tasa de referencia en 25 puntos base en agosto, ubicándola en 7.75 por ciento.

📝 Puntos clave

• Banxico y la FED monitorean de cerca las políticas monetarias del otro debido a la interconexión de las economías.
• Aunque históricamente han sincronizado sus decisiones, durante la pandemia y en 2025 han mostrado divergencias.

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• Banxico ha reducido su tasa de referencia, argumentando que la inflación post-pandemia está superada, mientras que la FED ha sido más cautelosa.
• La inflación en México ha regresado al objetivo de Banxico en julio, pero persisten presiones en los precios de las mercancías.
• La FED podría empezar a recortar las tasas de interés a partir de septiembre debido a señales de debilitamiento en la economía estadounidense.
• Ambos bancos centrales están adaptando sus políticas a las realidades económicas de sus respectivos países.
• La comunicación de Banxico y la FED será fundamental para mantener la confianza de los mercados.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos se pueden identificar en el texto en relación con las tendencias financieras actuales?

La persistencia de presiones inflacionarias en los precios de las mercancías en México, incluso con la inflación general regresando al objetivo de Banxico, y las señales de debilitamiento en la economía estadounidense, que podrían llevar a la FED a recortar las tasas de interés, sugieren incertidumbre y posibles desafíos económicos futuros.

¿Qué aspectos positivos se destacan en el texto sobre las decisiones de los bancos centrales?

La adaptación de las políticas monetarias de Banxico y la FED a las realidades económicas específicas de sus respectivos países, así como la importancia que ambos bancos centrales dan a la comunicación para mantener la confianza de los mercados, son aspectos positivos que sugieren una gestión prudente y proactiva de la política monetaria.