Humanidad primitiva con inteligencia artificial

Este texto escrito por Martín Yeshuá Barragán Cruz el 25 de Junio del 2025, reflexiona sobre la paradoja de un avance tecnológico sin precedentes acompañado de un retroceso en los valores y la ética social. El autor argumenta que la tecnología no es la culpable de este declive, sino el modelo social que hemos adoptado, que prioriza el individualismo y la competencia sobre el bien común y la empatía.

El autor enfatiza que la tecnología no es el problema, sino el modelo social que perpetuamos.

📝 Puntos clave

• El autor observa una crisis moral global manifestada en la normalización de la violencia y la confrontación.
• A pesar de reconocer el potencial de la tecnología para mejorar vidas, Barragán Cruz expresa preocupación por la deshumanización que acompaña su avance.

• Publicidad
• El texto argumenta que la ambición y el éxito individual han desplazado el bien común y la colaboración.
• Se enfatiza que la tecnología es neutral y que la responsabilidad del declive ético recae en los seres humanos y sus decisiones.
• El autor propone medidas como la regulación ética de la tecnología, la reforma del sistema educativo, el enfoque en el bienestar emocional en las empresas y la legislación social para promover la cohesión.
• El texto concluye con un llamado a construir una sociedad que utilice la tecnología para el beneficio social y a reconectar con nuestra humanidad.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos se pueden identificar en el panorama que describe el autor, según el texto?

La principal crítica radica en la deshumanización progresiva de la sociedad, donde la tecnología, aunque útil, está siendo utilizada en un contexto de individualismo y competencia exacerbados. Esto lleva a la pérdida de valores como la empatía, el diálogo y la colaboración, generando un distanciamiento emocional entre las personas y un deterioro en la cohesión social.

¿Qué elementos positivos o esperanzadores se proponen en el texto para revertir esta situación?

El autor propone un enfoque multifacético que incluye la regulación ética de la tecnología, la reforma del sistema educativo para promover valores humanos, el fomento del bienestar emocional en las empresas y la legislación social para fortalecer la cohesión. Estas medidas buscan reorientar el progreso tecnológico hacia el beneficio social y reconectar a las personas con su humanidad, promoviendo una sociedad más justa y empática.