Este texto de Sabina Berman, escrito el 8 de diciembre de 2024, analiza la caída del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego. El artículo describe las decisiones de Salinas durante la pandemia y sus consecuencias, culminando en una significativa pérdida financiera y posibles problemas legales.
Resumen:
Ricardo Salinas Pliego priorizó la ganancia económica durante la pandemia, negándose a enviar a casa a sus 150,000 empleados del Grupo Salinas, exponiéndolos al COVID-19.
Cultivó una imagen pública de "Gran Chingón", desafiando al gobierno, al fisco y a la ética, inspirándose en Donald Trump.
Esta imagen, aunque inicialmente le funcionó, atrajo la atención del periodismo independiente que expuso sus prácticas cuestionables, incluyendo la manipulación de acciones para beneficio propio y el daño a sus accionistas.
Su confrontación con el presidente Andrés Manuel López Obrador le costó el acceso al sistema político, eliminando el apoyo que había recibido durante seis sexenios.
Los accionistas de Elektra, creyendo en la imagen negativa que él mismo había creado, intentaron vender sus acciones, lo que llevó a Salinas a perder 5,500 millones de dólares.
Se enfrenta a demandas fiscales por 3,300 millones de dólares en México y 219 millones de dólares en Estados Unidos.
El valor de las acciones de Banco Azteca se está devaluando debido a la caída de confianza en Salinas.
Conclusión:
La caída de Ricardo Salinas Pliego es atribuida a sus propias decisiones y a la imagen negativa que cultivó.
Sus acciones durante la pandemia, su confrontación con el gobierno y sus prácticas financieras cuestionables contribuyeron a su declive.
El nuevo sistema de justicia en México y las demandas en Estados Unidos podrían agravar aún más su situación financiera.
Su fortuna, que alguna vez ascendió a 10,500 millones de dólares, se ha reducido drásticamente, y se espera que siga disminuyendo.