Este texto de Julio Patán, publicado el 8 de diciembre de 2024, analiza la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), destacando su modelo de negocio y su capacidad para reunir diversas perspectivas y actores en el ámbito cultural. El autor argumenta que la FIL sirve como ejemplo de cómo la cultura puede ser económicamente viable y, al mismo tiempo, un espacio de libertad de expresión.
Resumen:
La FIL cobra entrada y se llena, demostrando la viabilidad económica de la cultura.
Se venden muchos libros, evidenciando un mercado lector en México, aunque pequeño.
La FIL no es un órgano de propaganda, a diferencia de otras ferias financiadas con fondos públicos.
Se observa una diversidad de participantes: desde columnistas oficialistas como Zepeda hasta críticos como Enrique Krauze, pasando por grupos que niegan el Holocausto.
Hubo un incidente donde un grupo interrumpió violentamente una mesa de diálogo sobre la guerra en Gaza y Líbano, integrada por Naief Yehya, Maruan Soto, Jacobo Dayán y Adina Chelminsky.
La FIL reúne a grandes empresas como IKEA y Netflix, universidades como la de Guadalajara y la UNAM, y editoriales grandes (Planeta, Penguin Random House) e independientes, incluyendo el Fondo de Cultura Económica.
La FIL tiene una vocación internacionalista, ejemplificada por la participación de España como país invitado, con autores como Irene Vallejo, Javier Cercas, Fernando Aramburu y María Dueñas.
El éxito de la FIL, con su libertad, diversidad y cosmopolitismo, contrasta con la ideología oficialista.
Conclusión:
La FIL es un modelo exitoso de gestión cultural que combina la viabilidad económica con la libertad de expresión.
La diversidad de participantes y perspectivas en la FIL refleja la complejidad del panorama cultural.
El incidente con la interrupción de la mesa de diálogo resalta la necesidad de promover el diálogo y el respeto a la libertad de expresión.
El éxito de la FIL contrasta con la ideología oficialista, que parece oponerse a la libertad y la diversidad.