Este texto de Arturo Pérez-Reverte, escrito el 7 de diciembre de 2024 en Ciudad de México, reflexiona sobre el proceso creativo de la escritura, la creación del personaje de Lena Katelios y la condición femenina a través de la historia. El autor conecta su experiencia personal con la inmutabilidad del tiempo y el paisaje, utilizando una anécdota en un puerto mediterráneo como punto de partida para sus reflexiones.
Resumen:
Arturo Pérez-Reverte describe el ambiente de un puerto mediterráneo, comparándolo con escenas de hace tres mil años, resaltando la constancia del paisaje y la vida humana.
Reflexiona sobre la escritura de novelas y la persistencia de los personajes creados, utilizando a Lena Katelios, protagonista de su última novela, como ejemplo.
Cita una frase ("Te creía un héroe, pero fue mi imaginación la que te construyó. Sin ella no eres nada") que ilustra la fragilidad de la imagen heroica construida por el amor y la idealización.
Compara a Lena Katelios con otras mujeres de sus relatos, destacando su fortaleza y su lucha en un mundo dominado por hombres.
Describe a Lena Katelios como una mujer derrotada, sin fuerzas para escapar de su situación, que recurre a la venganza como única salida.
El autor utiliza la metáfora del soldado derrotado para ilustrar la situación de las mujeres que han sido traicionadas en sus expectativas y sueños.
Finaliza brindando por Lena Katelios, su isla, su derrota y su venganza, afirmando que escribe novelas para poder disfrutar momentos como éste.
Conclusión:
El texto explora la complejidad de la condición femenina a través de la figura de Lena Katelios, mostrando la lucha, la derrota y la venganza como posibles respuestas a la opresión.
La escritura de Pérez-Reverte se presenta como un acto de reflexión personal y una forma de procesar la experiencia vital.
La anécdota del puerto mediterráneo sirve como metáfora de la inmutabilidad del tiempo y la persistencia de ciertas dinámicas humanas.
El autor vincula la creación literaria con la experiencia sensorial y emocional, ejemplificándolo con el acto de beber vino y contemplar el mar.