Este texto de Dr. Julio César Bonilla Gutiérrez, Comisionado Ciudadano del INFO CDMX y académico de la UNAM, publicado el 5 de diciembre de 2024, argumenta la necesidad del constitucionalismo digital para adaptar los principios constitucionales al mundo digital y enfrentar los desafíos que la tecnología plantea a los derechos fundamentales y al equilibrio de poder. El autor analiza la insuficiencia del constitucionalismo tradicional frente a las nuevas realidades digitales y propone soluciones innovadoras para una justicia futura.
Resumen:
El constitucionalismo tradicional, surgido en la Ilustración del siglo XVIII con declaraciones como la de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, es insuficiente para el mundo digital.
La revolución digital plantea nuevos desafíos a los derechos fundamentales (privacidad, libertad de expresión, acceso a la información), especialmente por el poder de los Estados y las grandes corporaciones tecnológicas.
Iniciativas como las "cartas de derechos en Internet", aunque no vinculantes, buscan articular principios para proteger los derechos digitales, abordando lo que Edoardo Celeste llama "anemia constitucional".
Las grandes corporaciones tecnológicas, al controlar plataformas digitales, ejercen un poder similar al de los Estados, pero sin las mismas responsabilidades.
La digitalización amplifica tanto las libertades (ej. Primavera Árabe) como las amenazas (desinformación, discurso de odio).
El constitucionalismo digital propone un modelo inclusivo y adaptativo, incluyendo la creación de una "constitución para Internet" con principios de gobernanza para plataformas digitales (transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana).
Se requiere una aproximación multilateral y multinivel (Estados, organizaciones internacionales, sociedad civil, actores privados) para construir un marco normativo que proteja los derechos fundamentales en la era digital.
Conclusión:
El constitucionalismo digital es una evolución necesaria para proteger las libertades y limitar el poder en el mundo digital.
Se necesita un equilibrio entre libertades y derechos individuales con las nuevas formas de poder y control.
La construcción de una sociedad más justa, inclusiva y resiliente requiere un esfuerzo colectivo y una visión audaz para una justicia futura universal.
Repensar la protección de las libertades y la limitación del poder es una obligación moral y social.