Este texto de Enrique Quintana, publicado el 5 de diciembre de 2024, analiza el impacto del incremento del 12% al salario mínimo en México, a partir de enero de 2025. El autor explora tanto los aspectos positivos para los trabajadores como las posibles consecuencias negativas para las empresas, particularmente las pequeñas y medianas.
Resumen:
El incremento del 12% al salario mínimo, aunque esperado, tendrá impactos diversos en el poder adquisitivo de las familias y en los costos empresariales.
Con una inflación estimada del 4.5% para 2024, el poder adquisitivo del salario mínimo en enero de 2025 superará en un 7.2% al de enero de 2024.
Comparado con enero de 2019 (inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador), el incremento nominal del salario mínimo será de 171.5%, mientras que el real será de 100.5% (considerando una inflación del 35.4%).
El salario mínimo general será de 278.80 pesos diarios a partir de enero de 2025, representando el 48% del salario medio cotizado al IMSS. En 2019, esta proporción era del 29.2%.
El salario promedio de cotización aumentó en 55.5% en términos nominales y 18.7% en términos reales entre octubre de 2019 y octubre de 2024. El incremento real del salario promedio ha sido significativamente menor al del salario mínimo.
Se proyecta un incremento real del salario promedio de alrededor del 1.5% para 2025, y un incremento nominal de aproximadamente 5.4%, considerando una inflación del 3.8%.
El incremento salarial impulsará el consumo interno.
El aumento de costos para las empresas es una preocupación, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), donde los salarios representan una mayor proporción de los costos totales.
La proporción de los salarios en el PIB aumentó de 24.7% en 2018 a 28.5% en el primer semestre de 2024, lo que representa un incremento de 1 billón 112 mil millones de pesos adicionales en remuneraciones.
El impacto del aumento salarial varía según el tamaño de la empresa. Las empresas grandes, con alta inversión de capital, se verán menos afectadas que las PYMES, especialmente en el comercio y servicios.
El salario promedio en empresas grandes es de 20,462 pesos mensuales, mientras que en las pequeñas es de 11,990 pesos. En las PYMES, el salario promedio estará apenas un 36% por encima del salario mínimo.
Se requiere mayor atención a las necesidades de las PYMES, un sector a menudo desatendido por las autoridades.
Conclusión:
El incremento salarial tiene efectos positivos para los trabajadores, mejorando su poder adquisitivo y estimulando el consumo.
Sin embargo, representa un desafío para las empresas, especialmente las PYMES, que podrían enfrentar presiones alcistas significativas en sus costos.
Es crucial monitorear el impacto del aumento salarial en las PYMES y brindarles el apoyo necesario para mitigar los efectos negativos.
El gobierno deberá prestar mayor atención a las necesidades de las PYMES para asegurar un crecimiento económico inclusivo.