Este texto de Manuel Rodríguez González, escrito el 2 de diciembre de 2024, analiza el impacto de las olas de calor récord de mediados de 2024 en el consumo mundial de electricidad y en la generación de energía hidroeléctrica, particularmente en México. Se basa en datos e informes de la Agencia Internacional de la Energía (IEA).
Resumen:
Las olas de calor sin precedentes de mediados de 2024 provocaron un aumento significativo en la demanda mundial de electricidad, impulsado por el uso de equipos de enfriamiento.
La IEA pronostica un aumento del 4% en el consumo mundial de electricidad para 2024-2025, superior al crecimiento del PIB mundial.
La demanda estará impulsada principalmente por China, India y Estados Unidos.
La temperatura de la superficie mundial registró 1.32 °C entre enero y mayo de 2024, la más alta jamás registrada.
En México, las olas de calor alcanzaron temperaturas de hasta 50 °C, causando apagones y afectando la generación hidroeléctrica.
La central hidroeléctrica El Novillo (Sonora) dejó de generar electricidad en abril debido a la baja en los niveles de agua (11%).
La central hidroeléctrica Huites (Sinaloa) dejó de operar en mayo por llegar a su mínimo nivel de capacidad (cerca del 20%).
La central Infiernillo (Michoacán y Guerrero) redujo sus niveles de almacenamiento del 70% al 46% entre abril y julio.
La sequía de 2024 se presenta como una tendencia para las próximas décadas, convirtiendo al clima en una variable crucial para la planificación energética.
Conclusión:
Las olas de calor extremas están teniendo un impacto significativo en el consumo de energía y la generación hidroeléctrica a nivel mundial.
Es crucial considerar el cambio climático como un factor determinante en la planificación energética a largo plazo.
La dependencia de la energía hidroeléctrica en regiones afectadas por la sequía requiere una diversificación de las fuentes de energía.
Se necesita una mayor inversión en infraestructura energética resiliente al cambio climático.