Este texto de Iván Restrepo, escrito el 2 de diciembre de 2024, analiza el nuevo plan hídrico anunciado por la Presidenta de México el 21 de noviembre de 2024, y el posterior Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad. El autor examina las promesas del plan, sus posibles impactos y las lecciones aprendidas de proyectos anteriores, particularmente la presa El Molinito en Sonora. Se critica la falta de transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones sobre proyectos de infraestructura hídrica.
Resumen:
Anuncio del plan hídrico de la Presidenta de México el 21 de noviembre de 2024, con el objetivo de convertir el agua en un derecho humano, no una mercancía.
Firma del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, con la participación de gobernadores y dirigentes políticos.
El plan se centra en cuatro ejes: política hídrica y soberanía nacional; mitigación del impacto ambiental y adaptación al cambio climático; justicia y acceso al agua; y gestión integral y transparente.
Creación de un Registro Nacional de Agua para el Bienestar para mejorar la transparencia y combatir la corrupción.
Propuesta de una nueva Ley General de Aguas para reemplazar la actual, considerada obsoleta y privatizadora.
Compromiso de restaurar y sanear ríos contaminados, incluyendo los ríos Lerma-Chapala-Santiago, Atoyac y Tula.
Plan para tecnificar más de 200 mil hectáreas de riego y mejorar la infraestructura hidráulica.
Proyectos estratégicos como la construcción de presas en Sonora, Baja California, Durango, Hidalgo, Zacatecas, San Luis Potosí y Oaxaca, una desaladora en Baja California, obras de protección contra inundaciones y acueductos, y planes integrales para Acapulco y la zona de la Ciudad de México, Hidalgo, estado de México, Puebla, Morelos, Querétaro y Tlaxcala.
Crítica a la construcción de tres nuevas presas en el río Sonora (Sinoquipe, Puerta del Sol y Las Chivas de San Miguel de Horcasitas), utilizando el ejemplo de la presa El Molinito como caso de estudio de impactos negativos.
Énfasis en la necesidad de una evaluación exhaustiva de los proyectos por parte de especialistas, con la participación de la población afectada y beneficiada.
Conclusión:
El plan hídrico presenta ambiciosos objetivos, pero su éxito dependerá de la transparencia, la participación ciudadana y la correcta evaluación de los impactos ambientales y sociales de los proyectos.
La experiencia con proyectos anteriores, como la presa El Molinito, resalta la necesidad de una planificación cuidadosa y la consideración de las lecciones aprendidas.
La falta de cumplimiento de promesas en sexenios anteriores genera escepticismo sobre la efectividad del plan actual.
La participación efectiva de expertos y de las comunidades afectadas es crucial para garantizar la sostenibilidad y la equidad en el acceso al agua.
El éxito del plan requiere la colaboración entre el gobierno federal, los gobiernos estatales y la sociedad civil.