Este texto del Colaborador Invitado del 19 de Diciembre de 2024 analiza la situación económica de la zona euro, centrándose en el desempeño del Banco Central Europeo (BCE) y los desafíos que enfrentará en 2025. Se destaca la relativa calma de 2024 en comparación con años anteriores, y se anticipa un panorama más complejo para el año siguiente.
Resumen:
El año 2024 ha sido menos retador para los bancos centrales debido a la consolidación del proceso de desinflación y la confianza en alcanzar el objetivo de inflación del 2%.
La inflación en la zona euro se situará en un promedio del 2.4% en 2024, una notable disminución respecto al 5.4% de 2023 y el 8.4% de 2022. El BCE prevé una estabilización en torno al 2% en los próximos años.
El BCE ha realizado recortes de tasas de 25 puntos básicos en junio, septiembre, octubre y diciembre, mostrando una postura cautelosa debido a la persistencia de la inflación en servicios (alrededor del 4%).
Para 2025, los retos serán mayores, incluyendo la decisión sobre hasta dónde bajar las tasas y la definición del "tipo neutral". Existe un debate interno en el BCE sobre este punto, con estimaciones que van desde el 1.75% al 3%.
Se anticipa una revisión de la estrategia de política monetaria del BCE, incluyendo el papel de los diferentes instrumentos (tipos de interés, compras de activos, líneas de provisión de liquidez).
La incertidumbre geopolítica, incluyendo posibles subidas de aranceles por parte de la administración norteamericana y la respuesta de otras economías, representa un desafío significativo. El impacto en la zona euro podría ser negativo en términos de crecimiento, con un efecto ambiguo en la inflación. La presión sobre el euro también será un factor clave.
La política fiscal en los países europeos, particularmente la situación en Francia, añade otra fuente de incertidumbre.
Conclusión:
El BCE ha logrado avances significativos en el control de la inflación en 2024.
El año 2025 presentará desafíos importantes relacionados con la política monetaria, la geopolítica y la política fiscal.
La incertidumbre global y la necesidad de una respuesta adecuada por parte del BCE serán cruciales para la estabilidad económica de la zona euro.
El debate interno dentro del BCE, especialmente en torno al tipo de interés neutral y la revisión de la estrategia monetaria, será fundamental para afrontar los retos del futuro.
La situación política en Francia y la respuesta a las posibles políticas proteccionistas de Estados Unidos son factores externos que impactarán en las decisiones del BCE.