Este texto de Víctor Piz, del 18 de diciembre de 2024, analiza las recientes revisiones de las calificaciones crediticias de la deuda soberana de México y de Pemex por parte de tres importantes agencias calificadoras: Moody's, S&P Global Ratings (S&P) y Fitch Ratings. El análisis se centra en los factores que llevaron a estas revisiones y sus posibles implicaciones para la estabilidad económica del país.
Resumen:
Moody's: Ratificó la calificación de México en Baa2 (un nivel sobre el mínimo del grado de inversión), pero cambió la perspectiva a negativa debido a un debilitamiento en la formulación de políticas y el entorno institucional, incluyendo la reforma al Poder Judicial. Señaló el riesgo de materialización de pasivos contingentes de Pemex.
S&P Global Ratings (S&P): Confirmó la calificación de México en BBB con perspectiva estable, destacando la gestión macroeconómica cautelosa. Sin embargo, advirtió sobre las implicaciones a largo plazo de las reformas constitucionales y su posible impacto en la confianza de los inversionistas.
Fitch Ratings: Ratificó la calificación de Pemex en B+ con perspectiva estable, cuatro niveles por debajo del grado de inversión. Resaltó la vulnerabilidad financiera de Pemex, sus problemas en materia ambiental, social y de gobernanza (ASG), y su dependencia del apoyo gubernamental.
Conclusión:
Las revisiones de las agencias calificadoras reflejan preocupaciones sobre la estabilidad económica y fiscal de México, particularmente en relación con las reformas institucionales y la situación financiera de Pemex.
Aunque por el momento las calificaciones se mantienen, existe un riesgo de ajustes inesperados que podrían afectar la estabilidad del sistema financiero mexicano.
La situación de Pemex representa un riesgo significativo para las finanzas públicas de México.
La incertidumbre política y las reformas institucionales son factores clave que influyen en la percepción de riesgo por parte de las agencias calificadoras.