Este texto analiza el presupuesto mexicano para 2025, destacando sus aciertos y deficiencias, y el contexto económico en el que se presenta. El autor, Jorge A. Castañeda Morales, se basa en el informe del CIEP (Centro de Investigación Económica y Presupuestaria) para su análisis.
Resumen:
El presupuesto de 2025, aunque con influencia de la administración anterior, refleja las prioridades del nuevo gobierno de Claudia.
El principal objetivo era reducir el déficit fiscal de 6% del PIB a 3.9%, mediante supuestos de crecimiento económico optimistas (2-3% de crecimiento del PIB, mientras que las proyecciones privadas son de 0.8% a 1.2%).
Se proyecta un aumento de los ingresos públicos a 8.05 billones de pesos, principalmente por ingresos tributarios (ISR e IVA), con un crecimiento dependiente del crecimiento económico proyectado. La mejora en la eficiencia de la recaudación ha sido marginal.
El gasto público se reduce a 9.2 billones de pesos, un 1.9% menos en términos reales que en 2024. El espacio fiscal discrecional es limitado (1.7% del presupuesto).
Se realizaron recortes significativos en áreas clave como inversión (14%), salud (11%), Conagua (43.2%), educación (1.2%) y seguridad nacional (15%), lo cual preocupa dado los rezagos existentes en estos sectores.
El balance entre ingresos y gastos, en teoría, muestra una reducción del déficit, pero se basa en supuestos optimistas sobre el crecimiento económico, que son cuestionables dado el contexto de desaceleración económica, la influencia de Trump y la tendencia histórica en México.
El autor considera que el presupuesto se elaboró con limitaciones impuestas por el déficit heredado y la incertidumbre económica, tanto interna como externa (EU). La utilización de supuestos optimistas se considera una apuesta arriesgada a mediano y largo plazo.
Conclusión:
El análisis de Jorge A. Castañeda Morales revela un presupuesto para 2025 en México con una reducción del déficit fiscal, pero basado en proyecciones económicas optimistas y recortes en áreas cruciales. La sostenibilidad de este presupuesto a largo plazo depende en gran medida de la materialización de los supuestos de crecimiento económico, lo cual se considera improbable por el autor. La situación económica heredada y la incertidumbre global plantean serios desafíos para el nuevo gobierno.