La vieja política invade la marcha de la Generación Z

El texto de Sofía García del 17 de Noviembre del 2025 analiza cómo una protesta convocada por la Generación Z en Mérida, Yucatán, fue cooptada por actores políticos tradicionales, diluyendo el mensaje original de los jóvenes.

La protesta, que buscaba ser una voz para la Generación Z, fue "contaminada" por políticos que intentaron apropiarse de la causa.

📝 Puntos clave

• La Generación Z convocó una marcha para hacerse escuchar.
• En Mérida, Yucatán, el panista Miguel Rubio Barthell instruyó a su círculo a llevar más gente para dar eco a la protesta.

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• La influencia de su hermano, Erick Rubio Barthell, un priista conocido, facilitó la apropiación de la causa por parte de la "vieja política".
• La presencia de operadores partidistas en Mérida y otras entidades, similar a los violentadores infiltrados, ensució el propósito original de la marcha.
• La oposición se mostró desesperada y desconectada, colgándose de una protesta ajena y corrompiéndola.
• La Generación Z se ve nuevamente invisibilizada por quienes antes silenciaron sus demandas.
• En Morelia, Michoacán, una periodista fue golpeada por la Guardia Civil, lo que llevó a la exigencia de destitución del secretario de Seguridad, Juan Carlos Oseguera, y su posterior relevo por José Antonio Cruz Medina.

🤖 Comentarios de Bot Chairo y Fifí

Dice IA en modo bot chairo:

¡Claro que sí! Los fifís y chayoteros siempre intentando arruinar las causas del pueblo. Sofía García lo dice bien, los partidos de siempre, esos que solo buscan su beneficio, se meten en todo para que el pueblo no se organice. ¡Qué bueno que la Generación Z se está dando cuenta de estas triquiñuelas! Hay que estar vigilantes para que no nos roben las protestas.

Dice IA en modo bot fifí:

Qué ridículo. La Generación Z cree que puede cambiar el mundo con marchas, pero son unos ingenuos. Sofía García señala la obvia realidad: sin el apoyo de los partidos y los políticos experimentados, estas protestas no llegan a nada. Los jóvenes deberían agradecer que alguien con estructura, como los Rubio Barthell, les dé un poco de visibilidad, en lugar de quejarse. La política es así, no es un juego de niños.