La política feminista: del discurso a la práctica

El texto escrito por Lol Canul el 5 de Septiembre de 2025 analiza la instrumentalización del feminismo en la política contemporánea. Señala cómo el discurso feminista se ha convertido en un capital político rentable, pero advierte que la representación enunciativa no siempre se traduce en acciones concretas que transformen las desigualdades de género.

El feminismo se ha convertido en un capital político rentable, pero la representación enunciativa no siempre se traduce en acciones concretas.

📝 Puntos clave

• El feminismo ha ganado valor simbólico y estratégico en el espacio público, convirtiéndose en un indicador de avance democrático.
• La representación de mujeres en cargos de decisión es celebrada, pero no siempre se traduce en representación sustantiva.

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• Las políticas públicas feministas a menudo son superficiales o asistencialistas, a pesar del discurso feminista en la retórica política.
• Decirse feminista no es suficiente si no se modifican las estructuras de opresión y se desmantelan las lógicas patriarcales.
• La instrumentalización del feminismo para fines electorales refuerza una lógica clientelar, ofreciendo representación simbólica a cambio de lealtad política.
• El feminismo burocratizado o performativo puede neutralizar las agendas feministas al convertirlas en trámites que no cuestionan el poder patriarcal.
• El objetivo del feminismo es transformar las condiciones materiales, simbólicas e institucionales que producen desigualdades y violencias.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el principal problema que Lol Canul identifica en el texto?

El principal problema es la instrumentalización del feminismo en la política, donde se utiliza como una herramienta de branding y para ganar votos sin que haya un compromiso real con la transformación de las estructuras patriarcales y la mejora de las condiciones de vida de las mujeres.

¿Cuál es el aspecto positivo que Lol Canul destaca, aunque sea implícitamente?

El aspecto positivo, aunque implícito, es el reconocimiento de que el feminismo ha ganado terreno en el espacio público y político. Esto ha permitido que se visibilicen las demandas de las mujeres y que se abra un debate sobre la igualdad de género, aunque aún quede mucho camino por recorrer para que esta representación se traduzca en cambios reales.