El texto aborda la situación de violencia que se vivió en Culiacán a partir del 12 de septiembre de 2024, y sus repercusiones en la educación de las niñas, niños y jóvenes de Sinaloa.
Resumen
La violencia en Culiacán provocó un ambiente de incertidumbre, angustia y miedo que paralizó a la sociedad sinaloense.
Se suspendieron las clases en algunos municipios del estado debido a la inseguridad.
A pesar de que la SEPyC anunció la reanudación de las actividades escolares el 17 de septiembre, muchas familias se muestran preocupadas por la seguridad de sus hijos e hijas en el camino a la escuela.
Se prevé un alto índice de ausentismo escolar en los próximos días o semanas, lo que impactará la continuidad educativa y el aprendizaje de los estudiantes.
La violencia afecta en mayor medida a los estudiantes con mayor desventaja socioeconómica, profundizando las desigualdades.
La exposición a la violencia genera estrés, ansiedad, miedo e inseguridad en las niñas, niños y jóvenes, lo que afecta su salud socioemocional y su capacidad de aprendizaje.
Los docentes también enfrentan miedo, inseguridad y angustia por la situación de violencia, lo que dificulta su labor educativa.
Es urgente garantizar la seguridad en las escuelas para que las niñas, niños y jóvenes puedan aprender en un entorno seguro.
Las autoridades deben proporcionar información clara y oportuna, e implementar medidas efectivas para proteger a la comunidad educativa.
Conclusión
La violencia en Culiacán ha tenido un impacto significativo en la educación de las niñas, niños y jóvenes de Sinaloa. Es fundamental que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad en las escuelas y proteger el derecho a aprender de todas las estudiantes.