El texto de Jorge Bravo del 13 de septiembre de 2024 analiza la electromovilidad como un imperativo para enfrentar la crisis climática y las transformaciones económicas globales. El texto explora la competencia geopolítica en la industria de los vehículos eléctricos (VE) y las estrategias de diferentes países para impulsar su adopción.
Resumen
El 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Vehículo Eléctrico.
Los VE han dejado de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en una pieza central del desarrollo de las políticas públicas de las naciones avanzadas.
La industria de VE es un campo de batalla entre Estados Unidos, Europa y China.
China domina la fabricación de VE, produciendo el 60% de los vehículos eléctricos del mundo y controlando más del 80% de la cadena de suministro de baterías.
Estados Unidos y Europa han comenzado a imponer aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos y a investigar las subvenciones que China otorga a sus fabricantes de VE.
Estados Unidos ha aumentado los impuestos a las importaciones de tecnologías chinas bajo la Ley de Reducción de la Inflación, incluyendo incentivos para la producción local de VE.
En México, la transición hacia la electromovilidad está en una etapa incipiente, pero con un gran potencial de crecimiento.
DiDi ha lanzado una alianza por la electromovilidad que busca incorporar 100 mil VE para 2030 con una inversión de mil millones de pesos.
Para que la electromovilidad despegue en México, se necesitan políticas públicas favorables a la innovación, como incentivos fiscales, subsidios a la infraestructura de carga y regulaciones que promuevan la transición de las flotillas de vehículos comerciales y de transporte público hacia modelos eléctricos.
La masificación de los VE en México no sólo es una oportunidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, también para detonar el desarrollo económico.
México podría aprovechar su cercanía geográfica con Estados Unidos, el nearshoring y sus tratados comerciales con países asiáticos y la Unión Europea para convertirse en un hub de producción de VE.
Tesla anunció inversiones para construir una fábrica en Nuevo León, lo cual generaría empleos y fortalecería la cadena de suministro local.
Desde una perspectiva ambiental, la adopción de VE en México reduciría las emisiones de carbono del sector transporte, el cual representa 25% del total de emisiones.
China, Europa y Estados Unidos son los líderes indiscutibles en la adopción de vehículos eléctricos, pero las razones de su éxito son distintas.
Otros países también están avanzando, como Noruega, donde 86% de los autos nuevos vendidos en 2023 fueron eléctricos.
Conclusión
El texto de Jorge Bravo destaca la importancia de la electromovilidad como una solución a la crisis climática y una oportunidad para el desarrollo económico. La competencia geopolítica en la industria de los VE es intensa, con China liderando la fabricación y Estados Unidos y Europa buscando reducir su dependencia de proveedores chinos. México tiene un gran potencial para convertirse en un hub de producción de VE, pero se necesitan políticas públicas favorables a la innovación para impulsar la transición hacia la electromovilidad.
