Un lunes tricolor en el mundo de los emprendimientos tecnológicos en IA

El texto de Alberto Munoz, fechado el 6 de Junio de 2025, reflexiona sobre su trayectoria en el mundo del emprendimiento tecnológico, desde sus primeras experiencias con Compaq y Junior Achievement, hasta el auge y caída de Aldebaran Robotics, contrastando este cierre con el inicio prometedor de una nueva generación de emprendedores.

El conocimiento técnico es crucial, pero entender el entorno competitivo y proteger la innovación puede marcar la diferencia entre desaparecer o transformar industrias enteras.

📝 Puntos clave

• Alberto Munoz recuerda su primer contacto con el concepto de startup durante una visita a Compaq en Houston, influenciado por su experiencia en Junior Achievement.
• Durante su servicio social en el IPN, trabajó en Banamex con computadoras Tandem, destacando su fiabilidad.

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• Vivió de cerca la crisis de Apple, el declive de Silicon Graphics, el surgimiento de Google y el estallido de la burbuja puntocom.
• Destaca el nacimiento y crecimiento de Aldebaran Robotics, la empresa francesa creadora del robot NAO, un hito en la robótica educativa y de investigación.
• La entrada de SoftBank a Aldebaran como inversionista no fue suficiente para evitar su eventual quiebra.
• El autor lamenta el cierre de Aldebaran como el fin de una era en la que se soñaba con robots como compañeros, pero se siente esperanzado por el éxito de exalumnos aceptados en Y-Combinator.
• Finaliza con una frase de Bruno Maisonnier sobre la aventura humana y tecnológica que significó Aldebaran.

❓ Conclusión: Lo malo y lo bueno

👎🏼 ¿Qué aspecto negativo resalta el texto?

El texto lamenta la quiebra de Aldebaran Robotics, viéndolo como el fin de una era de sueños sobre la robótica y la inteligencia artificial como compañeros y asistentes. Se cuestiona si la visión de una IA arraigada en el mundo físico se ha perdido con este cierre.

👍🏼 ¿Qué aspecto positivo destaca el texto?

El texto encuentra esperanza en el éxito de una nueva generación de emprendedores, representados por sus exalumnos aceptados en Y-Combinator. Esto sugiere que, aunque algunos capítulos se cierren, la historia del emprendimiento tecnológico continúa escribiéndose con nuevas ideas y rostros.