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Este texto de Ian Buruma, publicado el 28 de febrero de 2025, analiza el estado de la democracia en Estados Unidos bajo una segunda presidencia de Donald Trump, argumentando que su desprecio por las instituciones democráticas está erosionando la fe en el sistema de gobierno y abriendo camino a una lealtad incondicional a un líder autocrático.

Un dato importante es el análisis de cómo Trump está transformando el Partido Republicano en una secta cuasirreligiosa.

Resumen

• Estados Unidos se distingue por su arraigada religiosidad, con un 24% de la población identificada como cristianos evangélicos y una fuerte presencia de figuras religiosas en la Corte Suprema.
• La Constitución estadounidense es vista por muchos como un texto sagrado, y la ética cristiana ha sido considerada un componente esencial de la democracia, creando una "religión cívica".
• La religión cívica estadounidense ha tenido defectos, incluyendo la exclusión histórica de los afroamericanos y la persistencia del supremacismo blanco.
• La democracia estadounidense ha tomado prestado del cristianismo, como la creencia en la universalidad de los valores estadounidenses.
• La segunda presidencia de Donald Trump representa una prueba para la fe en la democracia estadounidense y sus pretensiones universalistas.
• Trump explota miedos y rabia contra las élites liberales, inmigrantes y minorías, mostrando un desprecio por las instituciones democráticas.
• Trump está destruyendo la confianza en el sistema de gobierno, sentando las bases para una lealtad incondicional a un líder autocrático.
• A diferencia de Franklin D. Roosevelt, Trump está librando una guerra contra la Constitución y transformando el Partido Republicano en una secta cuasirreligiosa.
• Aunque el trumpismo podría no perdurar, podría causar un daño irreparable a los cimientos de la democracia estadounidense.

Conclusión

• El narcisismo de Trump carece de una base ideológica para un legado político duradero.
• Un derrumbe bursátil, un Partido Demócrata renacido y tribunales con principios podrían frenar los impulsos de Trump.
• Incluso si el culto a Trump no perdura, su administración podría tener consecuencias desastrosas para la gobernanza, las alianzas internacionales y la seguridad mundial.