Este texto de Manuel Rodríguez González, escrito el 9 de diciembre de 2024, analiza el nombramiento de Chris Wright como Secretario de Energía de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, y las implicaciones de esta decisión para la política energética del país. El artículo destaca el papel crucial del nuevo Consejo Nacional de Energía y la influencia de Doug Burgum, futuro Secretario del Departamento del Interior.
Resumen:
El objetivo principal de la nueva estructura energética bajo Trump es establecer el dominio energético de Estados Unidos a nivel mundial mediante la expansión de los hidrocarburos.
Todos los departamentos y agencias federales relacionados con la energía se alinearán con el nuevo Consejo Nacional de Energía, presidido por Doug Burgum.
Burgum, tras finalizar su mandato como gobernador de Dakota del Norte, asumirá también la Secretaría del Departamento del Interior, donde se espera que revierta la pausa en las subastas de arrendamiento para la exploración y producción de petróleo y gas en tierras federales.
Se anticipa que Burgum influirá en la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para relajar las regulaciones y disminuir las regalías para las empresas petroleras.
Chris Wright, CEO de Liberty Energy, un destacado ejecutivo petrolero, será el nuevo Secretario de Energía. Trump lo considera un pionero de la revolución del gas no convencional en Estados Unidos.
Wright, ingeniero de la Universidad de Berkeley y el Massachusetts Institute of Technology, reconoce el calentamiento global pero cuestiona la gravedad de la crisis climática y critica las políticas de Joe Biden en materia energética.
Wright argumenta que la reducción de los combustibles fósiles frenaría el desarrollo global y la lucha contra la pobreza, ya que los hidrocarburos son esenciales para la producción de acero y cemento, e incluso para la industria de energías renovables.
Wright defiende el fracking, argumentando que su consumo de agua es mínimo en comparación con otras actividades como el mantenimiento de campos de golf.
Conclusión:
El nombramiento de Chris Wright y Doug Burgum señala un cambio significativo en la política energética de Estados Unidos, priorizando la expansión de los hidrocarburos y la reducción de las regulaciones ambientales.
Esta estrategia podría tener importantes consecuencias geopolíticas y ambientales a nivel mundial.
La administración Trump busca consolidar el dominio energético estadounidense a través de una política que prioriza la producción de combustibles fósiles.
Las declaraciones de Wright reflejan una postura crítica hacia las políticas climáticas y una defensa de la industria de los hidrocarburos.
