Este texto analiza las complejidades de la relación comercial entre México y Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, destacando la influencia de la política de seguridad nacional estadounidense en las decisiones comerciales y presentando a los principales funcionarios que darán forma a esta relación. Se enfatiza la necesidad de una estrategia proactiva por parte de México para navegar este nuevo panorama.
Resumen:
El gobierno de Claudia Sheinbaum en México no comprende la importancia de la política comercial para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Para Washington, la seguridad nacional abarca la economía, la industria, la energía, el medio ambiente, el suministro de alimentos y el ciberespacio.
La revisión del T-MEC redefinirá la relación entre Estados Unidos y México en un contexto proteccionista.
México representó el 16% del comercio total de Estados Unidos en los primeros diez meses del año, mientras que Estados Unidos representó el 61.2% del comercio total de México.
La política proteccionista de Trump se refleja en las nominaciones de Jamieson Greer como USTR, Marco Rubio como secretario de Estado, Mike Waltz como asesor de Seguridad Nacional y Peter Navarro como asesor Sénior para Comercio y Manufacturas.
Greer, con una postura contra el libre comercio y la OMC, será la contraparte de Ebrard en la renegociación del T-MEC.
Rubio, crítico del gobierno de López Obrador, será la contraparte del canciller de la Fuente.
Waltz, con experiencia militar, será un funcionario cercano a Trump y opositor al régimen de Xi Jinping.
Navarro, un incondicional de Trump, considera la balanza comercial un indicador de poder.
Conclusión:
México necesita una política proactiva en Washington.
Es crucial un discurso transparente y el restablecimiento de canales de comunicación confiables con Estados Unidos y Canadá.
Se requiere la implementación de acuerdos pactados y la toma de decisiones pertinentes sobre la relación futura con América del Norte y China.