Este texto, escrito por Rafael Álvarez Cordero el 7 de Diciembre de 2024, es una reflexión sobre el envejecimiento, dirigida a un "querido viejo". El autor explora las alegrías y tristezas propias de la vejez, enfatizando la importancia de combatir la indiferencia y el abandono social que a menudo acompañan a esta etapa de la vida.
Resumen:
El texto comienza con una cita de Martin Held sobre la percepción del envejecimiento.
Se describe el otoño como una época de contrastes: alegría por las festividades y tristeza por los recuerdos.
Se destaca el frío físico asociado a la vejez, debido a la pérdida de masa muscular y grasa corporal.
Se enfatiza el "frío" de la indiferencia y el abandono por parte de seres queridos, un problema más grave que el frío físico.
Se argumenta que la idea de que la vejez implica una jubilación de la vida es errónea.
Se insta a los ancianos a combatir la indiferencia comunicándose con sus seres queridos y demostrando que siguen siendo activos y valiosos.
Se sugiere cuidar la apariencia personal para proyectar una imagen digna y recibir un trato respetuoso.
El autor expresa su deseo de que el "viejo" no sufra ni frío físico ni emocional, rodeado del cariño de sus seres queridos.
Conclusión:
El texto promueve la importancia del contacto humano y la comunicación en la vejez para combatir la soledad y la indiferencia.
Se enfatiza la necesidad de mantener una actitud positiva y activa a pesar del paso del tiempo y los cambios físicos.
Se destaca la importancia del cuidado personal como una forma de mantener la dignidad y el respeto propio.
El texto finaliza con un mensaje de esperanza y afecto, deseando al "viejo" un invierno cálido tanto física como emocionalmente.