Este texto, escrito por Ignacio Morales Lechuga el 4 de diciembre de 2024, analiza la situación de la seguridad pública en México tras un sexenio marcado por altos índices de violencia y la aparente ineficacia de las estrategias implementadas. El autor critica la falta de coordinación entre las diferentes instancias de seguridad y la profunda infiltración de la delincuencia organizada en las instituciones.
Resumen:
El sexenio anterior se caracterizó por un aumento significativo en los homicidios, duplicando las cifras de administraciones previas, a pesar de las promesas de reducir la delincuencia.
La operación “Enjambre” reveló la extensa complicidad entre servidores públicos y la delincuencia organizada, un problema de mayor magnitud de lo inicialmente estimado.
Estados como Chiapas, Guerrero, Estado de México, Guanajuato, Morelos y Sinaloa sufren altos niveles de violencia, incluso bajo la estrategia de “abrazos, no balazos”, criticada nacional e internacionalmente por su ineficacia.
Ciudad de México (CDMX) representa una excepción, mostrando resultados positivos en materia de seguridad.
La estimación del Comando Norte de Estados Unidos de que un tercio del territorio nacional está bajo control del crimen organizado podría ser conservadora.
La falta de recursos y el desmantelamiento de la policía federal han debilitado las instituciones de seguridad.
La operación “Enjambre”, aunque un logro, es un hecho aislado y no parte de una estrategia integral. Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, necesita apoyo institucional real.
Las fuerzas armadas, por su formación, no están capacitadas para labores policiales, como se evidencia en Morelos y Sinaloa.
La falta de coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales, así como la corrupción en procuradurías, fiscalías y judicatura, obstaculizan la lucha contra la delincuencia.
El autor concluye que reinstalar la policía federal y coordinar esfuerzos entre todas las instancias de seguridad, incluyendo la reforma de las procuradurías y la judicatura, es fundamental para combatir la delincuencia.
Conclusión:
La situación de seguridad en México es crítica y requiere una estrategia integral y coordinada.
La falta de recursos y la corrupción son obstáculos importantes para combatir la delincuencia.
La reforma de las instituciones de seguridad y justicia es fundamental para revertir la situación.
El éxito dependerá de la voluntad política para implementar cambios profundos y proporcionar los recursos necesarios al secretario de Seguridad Ciudadana.