Este texto, escrito por Alejandro Encinas Rodríguez el 3 de diciembre de 2024, analiza el nuevo Plan Nacional Hídrico 2024-2030 presentado por la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfatizando el cambio de paradigma en la gestión del agua en México, particularmente en la Zona Metropolitana del Valle de México. El texto destaca la inversión significativa y los objetivos del plan, contrastándolos con las políticas hídricas del pasado.
Resumen:
Se presenta el Plan Nacional Hídrico 2024-2030 de Claudia Sheinbaum, con una inversión de 20 mil millones de pesos en 2025 para 16 proyectos estratégicos.
El plan busca una gestión integral y transparente del agua, garantizando el acceso a toda la población y mitigando el impacto ambiental.
Se busca incrementar la productividad de los distritos de riego en un 51% y devolver 2,500 millones de metros cúbicos de agua.
Se firmó el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, reconociendo el agua como un derecho humano, no una mercancía.
Se critica la reforma a la Ley de Aguas Nacionales de 1992 durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que llevó a un aumento exponencial de concesiones de agua.
El plan incluye un programa específico para la Zona Metropolitana del Valle de México, replanteando un modelo de gestión hídrica que durante siglos ha priorizado el drenaje sobre el aprovechamiento del agua.
Se describe la historia de la gestión del agua en la Ciudad de México, desde la época de la conquista hasta la actualidad, destacando obras como el Tajo de Nochistongo, el Túnel Emisor Oriente y el drenaje profundo.
Se resalta la vulnerabilidad del manejo hídrico actual en el Valle de México, y la necesidad de un cambio cultural para una mejor gestión del recurso.
El plan busca aprovechar las precipitaciones pluviales de la región, que superan los 2 mil millones de metros cúbicos anuales, para abastecer a la población metropolitana.
Conclusión:
El Plan Nacional Hídrico 2024-2030 representa un cambio significativo en la política hídrica de México.
El éxito del plan dependerá de la inversión, la implementación efectiva y un cambio cultural en la relación de la población con el agua.
La historia de la gestión del agua en la Ciudad de México sirve como lección para la necesidad de un enfoque integral y sostenible.
El plan busca revertir décadas de políticas que priorizaron el drenaje sobre el aprovechamiento del agua.