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El texto de Moisés Ramos Rodríguez, publicado el 23 de Diciembre del 2025, reflexiona sobre la rica historia de la producción de trigo, harina y pan en la Ciudad de los Ángeles, Puebla, a lo largo de casi medio milenio. Se detalla cómo los ríos y corrientes de agua fueron fundamentales para el desarrollo de molinos desde los primeros años de la fundación de la ciudad, destacando la importancia del Almoloya y el molino de San Francisco.

La harina angelopolitana fue apreciada y exportada a diversas partes del mundo desde hace más de 400 años.

📝 Puntos clave

  • La Ciudad de los Ángeles (Puebla) se acerca a celebrar 500 años de fundación y medio milenio de producción de trigo, harina y pan.
  • Los ríos Atoyaque y Alseseca, así como la corriente del Almoloya, fueron cruciales para la instalación de molinos.
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  • El molino de San Francisco y el de Huexotitla fueron importantes en la producción temprana.
  • La harina poblana era de alta calidad y muy apreciada, incluso exportada a Cuba, España, Sudamérica y Asia.
  • La influencia francesa en el siglo XIX aportó a la panadería y pastelería, y Puebla funcionaba como un "silo central" para varias provincias.
  • Se menciona la persistencia del olor a pan en zonas como Santa Anita y Santa María.
  • Se hace una crítica velada a la falta de reconocimiento de la harina y pan mexicanos, especialmente poblanos.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto, si bien celebra una rica herencia, deja entrever una preocupante falta de reconocimiento actual para la producción panadera mexicana, especialmente la poblana. La mención de un panadero en la Roma Norte de la Gran Tenochtitlán que ignora la procedencia y calidad de la harina y el pan de México sugiere una desconexión o desvalorización de esta tradición, lo cual es lamentable.

Dice IA en modo bot optimista:

El texto es un vibrante homenaje a la perdurable legacy de la producción de trigo, harina y pan en Puebla. Destaca la ingeniosidad histórica en el aprovechamiento de recursos hídricos para molinos, la calidad excepcional de la harina que trascendió fronteras, y la influencia cultural que ha mantenido viva esta tradición. La persistencia del aroma a pan en la ciudad y la defensa de la identidad de la torta de agua y la cemita son signos de una herencia cultural fuerte y resiliente.

Sección: Economía

 Este análisis con resumen se realiza con IA (🤖) y puede tener imprecisiones. leer el texto original 📑

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