Este texto de Ricardo B. Salinas, escrito el 2 de diciembre de 2024, argumenta que la libertad económica es el motor fundamental de la prosperidad, utilizando ejemplos históricos para respaldar su afirmación. El autor contrasta modelos económicos para demostrar la correlación entre la libertad y el crecimiento económico.
Resumen:
Se comparan dos modelos económicos opuestos: el mercantilismo de España en el siglo XVI, con sus regulaciones y restricciones, que resultaron en pobreza; y la economía abierta y competitiva de los Países Bajos, que prosperó gracias a la importación de materias primas, su transformación y exportación, así como a la inmigración de trabajadores calificados y la tolerancia religiosa.
Se destaca el papel de la "Common Law" británica en la protección de la propiedad privada durante la Revolución Industrial, y la influencia de los Códigos Napoleónicos en la promoción de la igualdad ante la ley y el desarrollo de la sociedad anónima.
Se menciona el crecimiento económico de EE.UU. a partir del siglo XIX, atribuido a su Declaración de Independencia y el ambiente de libertades que generó.
Se utiliza el colapso de la Unión Soviética como ejemplo de las consecuencias negativas de la planificación centralizada y la ausencia de libertad económica, contrastándolo con el éxito de los países que adoptaron modelos de economía abierta.
Se concluye que la libertad, la innovación y la competencia son la fórmula para la prosperidad, recomendando la lectura de "A concise economic history of the world" para profundizar en el tema.
Conclusión:
La historia demuestra una clara correlación entre la libertad económica y la prosperidad de las naciones.
La innovación florece en entornos de libertad y competencia.
La planificación centralizada y la falta de libertad económica conducen al estancamiento y al colapso económico.
La libertad, la innovación y la competencia son elementos esenciales para el crecimiento económico y el bienestar social.