Este texto de Emilio Pradilla Cobos, publicado el 2 de diciembre de 2024 por Por México Hoy, analiza críticamente la llamada "Cuarta Transformación" de México, comparándola con las tres transformaciones previas y cuestionando su impacto real en la estructura socioeconómica del país. El autor argumenta que a pesar de los discursos oficiales, el capitalismo sigue siendo el modo de producción dominante, y que los beneficios no han llegado a los trabajadores.
Resumen:
El autor critica la agrupación de las tres primeras "transformaciones" de México (Independencia, Reforma y Revolución) como eventos similares, argumentando que cada una tuvo características y consecuencias distintas, pero en todas ellas los trabajadores fueron oprimidos y explotados.
Señala que seis años después del inicio de la "Cuarta Transformación", las reformas neoliberales siguen vigentes, incluyendo la contrarreforma agraria, la reforma laboral y fiscal, el libre comercio con Estados Unidos y Canadá, y la privatización de empresas estatales.
Critica la influencia de los empresarios más ricos del país en las decisiones políticas, en contraste con la falta de representación de los líderes campesinos y obreros.
Observa que los militares han expandido su influencia en el sector empresarial, participando en diversas industrias.
Rechaza la idea de un "capitalismo sin corrupción" como una utopía inviable, argumentando que mientras exista la apropiación privada de los beneficios, la corrupción persistirá.
Señala que MORENA, el partido en el poder, ha incorporado figuras del PRI y del PAN, y ha consolidado su poder mediante procedimientos cuestionables, creando un partido de estado similar al PRI del pasado.
Identifica una oposición de izquierda a la "Cuarta Transformación" que busca la sustitución del capitalismo, pero la considera desorganizada y débil.
Concluye cuestionando la naturaleza real de la "transformación" en curso.
Conclusión:
La "Cuarta Transformación" no ha logrado cambiar el modo de producción capitalista en México.
La influencia de los empresarios y la falta de representación de los trabajadores persisten.
La corrupción sigue siendo un problema sistémico.
La oposición, tanto de derecha como de izquierda, permanece fragmentada y débil.
El autor concluye que se requiere un cambio profundo en el modo de producción para lograr una verdadera transformación social en México.