Este texto, escrito por Martin Vivanco Lira el 2 de Diciembre de 2024, analiza críticamente la percepción del fracaso del liberalismo en el contexto político actual, particularmente en México, y argumenta a favor de la importancia de sus principios para la protección de las libertades individuales frente al auge del populismo. El autor refuta la idea de una relación causal entre el liberalismo y la desigualdad, atribuyendo los problemas sociales a la corrupción y a la mala implementación de políticas públicas, no al diseño institucional liberal en sí.
Resumen:
Se critica la lectura superficial de la historia, especialmente la tendencia a declarar el fracaso del liberalismo sin un análisis profundo.
Ortega y Gasset se cita para diferenciar entre la forma de gobernar (regulada por el liberalismo) y quién gobierna.
Se destaca el logro del liberalismo en la garantía de libertades individuales como precondición para la democracia, incluyendo el derecho al voto, la libertad de expresión y asociación.
Se enumeran las instituciones liberales como la división de poderes, el amparo, el debido proceso y la fuerza normativa de la Constitución como mecanismos de control del poder y protección contra la arbitrariedad.
Se rechaza la idea de una relación causal entre el liberalismo y la desigualdad en México, atribuyendo los problemas a la corrupción y a la mala gestión, no al diseño institucional.
Se cita a Balin Magyar para contrastar la democracia liberal (límites morales sin soluciones rápidas) con el populismo (soluciones rápidas sin límites morales), ejemplificando con el partido MORENA en México.
Se describe el desmantelamiento de las instituciones liberales por parte de MORENA en México, justificado bajo el pretexto del bienestar social.
Se concluye que el liberalismo, a pesar de sus fallas en la implementación, sigue siendo el antídoto contra el autoritarismo.
Conclusión:
El texto defiende la importancia de una lectura crítica y profunda de la historia para evitar conclusiones simplistas.
Se argumenta que el liberalismo, con sus limitaciones, sigue siendo fundamental para la protección de las libertades individuales y el control del poder político.
Se advierte sobre los peligros del populismo y la concentración del poder sin límites.
Se reitera la necesidad de defender las instituciones liberales como garantía contra el autoritarismo.