Este texto, escrito por Israel López Gutiérrez el 14 de Diciembre de 2024, analiza la caída del dictador sirio Bashar Al-Assad, centrándose en las circunstancias que llevaron a este evento y sus implicaciones regionales. El autor argumenta que la caída no fue una sorpresa, dada la debilidad de los aliados de Al-Assad y la oportunidad que esto representó para los rebeldes.
Resumen:
La caída de Bashar Al-Assad se atribuye a la debilidad de sus aliados: Irán, Rusia y Hezbolá, quienes estaban inmersos en sus propias crisis.
La muerte de su hermano Bassel en 1994 obligó a Bashar Al-Assad a regresar a Siria desde Londres para asumir el poder tras la muerte de su padre, Hafez Al-Assad.
Inicialmente, Bashar Al-Assad permitió un diálogo abierto y relativa libertad de expresión, pero esto terminó, dando paso a una era represora.
La Primavera Árabe de 2011, aunque tardó 13 años en afectarle, finalmente culminó con su derrocamiento. Existe especulación sobre una posible negociación secreta entre Estados Unidos y Rusia.
La rápida caída de Al-Assad en 12 días, tras 13 años de resistencia, se explica por la retirada de la Fuerza Aérea rusa a Ucrania, el debilitamiento del ejército sirio y la falta de respuesta de Al-Assad, quien se preparaba para huir a Moscú.
Hezbolá, inicialmente aliado de Al-Assad, se retiró en 2016 tras una tregua y posteriormente participó en la ofensiva de Hamás contra Israel en 2023.
Irán, principal perdedor, pierde influencia en la región, ya que Siria servía como punto de reabastecimiento para Hezbolá y para el apoyo a Hamás.
El bloque rebelde está conformado por varias facciones, incluyendo grupos apoyados por Turquía, los kurdos, restos de ISIS, y la Organización para la Liberación de Levante, liderada por Abu Mohamed Al-Golani (exmilitante de Al-Qaeda).
Israel se considera un potencial beneficiario de la situación, especialmente en los Altos del Golán.
Conclusión:
La caída de Bashar Al-Assad marca el fin de más de 50 años de dictadura de la familia Al-Assad.
El futuro de Siria es incierto, con la posibilidad de una prolongada inestabilidad y conflictos entre las diferentes facciones rebeldes.
La influencia de Irán en la región se ve considerablemente reducida.
La situación en Siria tiene implicaciones geopolíticas significativas para la región, incluyendo la ambición territorial de Israel.