Este texto de Enrique Campos Suárez, escrito el 11 de diciembre de 2024, analiza el impacto de la manipulación de la percepción económica en las elecciones de Estados Unidos y México. Se centra en cómo la inflación percibida, más que la real, influyó en los resultados electorales.
Resumen:
El aumento del precio de los huevos en Estados Unidos fue utilizado por Donald Trump para criticar la gestión económica de Joe Biden, afectando la percepción de la inflación entre los electores.
A pesar de la disminución posterior del precio de los huevos, la narrativa negativa sobre la inflación se mantuvo, influyendo en el resultado electoral.
En México, la liberación de los precios de la gasolina en 2017, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto, generó un efecto similar, con la oposición aprovechando la situación para crear la narrativa del "gasolinazo".
A pesar de que 2017 fue un año económicamente mejor que varios del sexenio de López Obrador, la percepción negativa del "gasolinazo" impactó la confianza del consumidor.
El triunfo de López Obrador en México generó un aumento irracional de la confianza del consumidor, incluso durante una recesión.
El índice de sentimiento del consumidor en Estados Unidos muestra un aumento tras la elección de Donald Trump, reflejando más las expectativas políticas que la realidad económica.
El Indicador de Confianza del Consumidor (Inegi-Banxico) en México muestra una baja, posiblemente relacionada con el regreso de Trump y sus políticas.
El texto concluye que la manipulación de la percepción económica, a través de narrativas políticas, influyó significativamente en los resultados electorales tanto en Estados Unidos como en México.
Conclusión:
La percepción pública de la economía, moldeada por narrativas políticas, puede ser más influyente que los datos económicos objetivos en las elecciones.
Los políticos pueden utilizar eficazmente la manipulación de la percepción económica para influir en el voto.
Los índices de confianza del consumidor reflejan a menudo más las expectativas políticas que la realidad económica.
Tanto en Estados Unidos como en México, la manipulación de la percepción económica resultó ser una estrategia política exitosa.