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El texto de Nohemí Argüello Sosa, escrito el 5 de noviembre de 2024, analiza la violencia vicaria y la iniciativa de la diputada Magaly Deándar para modificar el Código Penal de Tamaulipas a fin de clarificar su definición y aplicación. El texto argumenta a favor de la propuesta legislativa, refutando la idea de que esta discrimina a los hombres.

Resumen:

• La violencia vicaria se define como la violencia ejercida contra mujeres utilizando a sus hijos o seres queridos como instrumentos de daño. Se diferencia de la violencia familiar, donde una madre puede obstaculizar la convivencia del padre con el hijo sin representar un riesgo para el menor.
• La violencia vicaria es una forma de violencia machista que busca controlar y poseer a la mujer a través del sufrimiento infligido a sus seres queridos.
• Históricamente, los hombres no han experimentado la discriminación de género subyacente a la violencia vicaria, justificando su exclusión del concepto.
• La iniciativa de la diputada Magaly Deándar busca armonizar el Código Penal de Tamaulipas con la Ley General de Acceso y el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, definiendo a las mujeres como sujetas pasivas de este tipo de violencia.
• La Suprema Corte de Justicia de la Nación en la Acción de Inconstitucionalidad 154/2023 establece la necesidad de abordar las desigualdades de género estructurales.
• La propuesta de Deándar no discrimina a los hombres, sino que busca proteger a las mujeres y sus hijos de una forma extrema de violencia de género, permitiendo a las autoridades enfocarse en la violencia estructural que afecta desproporcionadamente a las mujeres.
• La perspectiva de género en la definición de violencia vicaria es crucial para proteger a las mujeres sin implicar discriminación contra los hombres.

Conclusión:

El texto de Nohemí Argüello Sosa defiende la iniciativa de la diputada Magaly Deándar en Tamaulipas, argumentando que la precisión legislativa propuesta no es discriminatoria contra los hombres, sino que busca proteger a las mujeres de una forma específica y cruel de violencia de género, reconociendo la desigualdad estructural que históricamente las ha afectado. La propuesta se basa en la necesidad de abordar la violencia vicaria desde una perspectiva de género, enfocándose en la problemática específica que afecta a las mujeres sin dejar de lado la importancia de proteger a todos los miembros de la familia.