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Este texto de Marco A. Mares, escrito el 25 de noviembre de 2024, analiza la creciente tensión en la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, atribuyéndola principalmente a las preocupaciones sobre la influencia de China. El autor explora las diversas acusaciones y reacciones de los tres países, presentando una posible solución por parte del gobierno mexicano.

Resumen:

• La principal fuente de tensión entre México, Estados Unidos y Canadá no son las reformas internas mexicanas (judicial, energética, etc.), ni el flujo migratorio o el narcotráfico, sino la percepción de que China está utilizando a México como vía de acceso a sus mercados.
• Donald Trump, en su campaña para la presidencia de Estados Unidos, acusó a China de construir plantas automotrices en México y amenazó con aranceles del 200% a los vehículos exportados a Estados Unidos.
• Doug Ford (primer ministro de Ontario) y Danielle Smith (primera ministra de Alberta) pidieron la expulsión de México del T-MEC por no igualar los aranceles a las importaciones chinas.
• Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, expresó la preocupación de su país por la situación y la posibilidad de buscar alternativas al T-MEC si México no toma medidas.
• El gobierno de México, inicialmente intentó refutar las acusaciones con explicaciones contables, pero posteriormente presentó un plan para sustituir las importaciones chinas con producción nacional, en colaboración con empresas de Estados Unidos, Canadá y Europa. Este plan fue presentado a Joe Biden.
• Claudia Sheinbaum, presidenta de México, y Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, revelaron el desbalance comercial de 80,000 millones de dólares entre México y China, y la participación de Marcelo Ebrard, secretario de Economía, en la elaboración del plan.

Conclusión:

El artículo de Mares destaca la gravedad de la situación y la necesidad de que México fortalezca su relación con Estados Unidos y Canadá para contrarrestar la percepción de que China está utilizando al país como una puerta trasera. Esto implica no solo abordar las preocupaciones comerciales, sino también revisar las áreas de tensión en materia energética, migratoria y de seguridad. La propuesta de sustituir las importaciones chinas representa un cambio de estrategia por parte del gobierno mexicano, que busca una solución regional para fortalecer el bloque norteamericano.