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El texto de Benjamín Ramírez, escrito el 23 de Noviembre de 2024, en Estado de México, describe la relación entre la alimentación de un adolescente y los cambios en la industria alimentaria mexicana, a partir de la implementación de sellos de advertencia en productos procesados. El texto utiliza la experiencia de un adolescente, Javier, para ilustrar los conflictos entre las preferencias alimentarias juveniles y las restricciones impuestas por los padres. También se apoya en investigaciones previas y datos recientes para analizar el impacto de las políticas de etiquetado en los hábitos alimenticios.

Resumen

• Se describe la alacena de una casa, con alimentos como caramelos, refrescos, galletas, frijoles, arroz, etc., para contextualizar la alimentación de un adolescente de 16 años, Javier.
• Se menciona la adolescencia como un periodo de cambios físicos y de razonamiento, en el contexto de dos pandemias (influenza y Covid-19), un temblor y cambios en la percepción de los alimentos.
• Se cita la investigación de Pedro García Urigüen, "La alimentación de los mexicanos" (Canacintra, 2012), que destaca el consumo de agua, chocolate y pan entre los adolescentes, analizando las diferencias de género en su percepción.
• Se analiza el impacto de la implementación de los sellos de advertencia en productos empaquetados (octubre de 2020), mostrando que, aunque la industria alimentaria no sufrió pérdidas significativas, sí hubo reformulaciones en la producción de alimentos, reduciendo azúcar, grasas, sodio y calorías.
• Se presentan datos de El poder del consumidor (octubre de 2023), que indican una reducción del 8% en bebidas y 14% en cereales con la etiqueta "Exceso de azúcares", así como una disminución en calorías y sodio. Estos datos sugieren un inicio de concientización sobre los hábitos alimenticios.

Conclusión

El texto de Benjamín Ramírez presenta una visión interconectada de la alimentación adolescente, las políticas públicas de etiquetado y los cambios en la industria alimentaria en México. Si bien los cambios son graduales, los datos presentados sugieren un impacto positivo a largo plazo en los hábitos alimenticios de las nuevas generaciones.