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El texto de Jose Carreno Carlon, publicado el 19 de Noviembre del 2025, analiza las consecuencias de una estrategia de comunicación gubernamental fallida ante una protesta ciudadana. La operación, descrita como una "ingeniería política para controlar la narrativa", buscaba generar una percepción de caos y violencia por parte de los manifestantes, pero resultó contraproducente.

La estrategia de comunicación del régimen, diseñada para desacreditar la protesta, terminó por desacreditar la violencia ejercida contra ciudadanos pacíficos y las propias narrativas presidenciales.

📝 Puntos clave

  • Una operación de comunicación del régimen, identificada por el especialista Alberto Capella, buscaba crear una "narrativa del caos" para desacreditar una protesta ciudadana.
  • La estrategia falló, ya que tanto en México como a nivel internacional, los mensajes fueron interpretados de forma contraria a la intención oficial, generando altos costos para la presidenta Sheinbaum.
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  • Las imágenes de represión, en lugar de justificar la acción gubernamental, fueron vistas como una acción represiva del régimen, provocada por sus propios grupos de choque.
  • Esta percepción de rebelión social y hartazgo con un régimen descrito como corrupto y controlado por cárteles criminales fue lo que predominó, incluso captando la atención de Trump.
  • La interpretación de los mensajes depende de los códigos de cada individuo, llevando a que los intentos de descrédito de la presidenta contra la protesta se volvieran en su contra.
  • La campaña de desprestigio previa a la protesta, incluyendo teorías conspirativas sobre la Generación Z, terminó por dar a conocer y promover la movilización a escala presidencial.
  • Se describe un clima de disuasión del ejercicio de libertades públicas en el centro histórico, con un Zócalo cercado y custodiado, y la presencia de grupos violentos.
  • Las imágenes de la protesta y la posterior represión, incluyendo la acción de los granaderos, quedan como memoria de la opresión.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

Parece que la estrategia de comunicación del gobierno fue un verdadero desastre. En lugar de controlar la narrativa, terminaron creando un efecto bumerán que los perjudicó. La falta de cálculo y la mala ejecución de sus planes generaron "efectos aberrantes" que, según Alberto Capella, fueron una "ingeniería política" fallida. Lo más preocupante es que esta mala jugada no solo afectó la imagen de la presidenta Sheinbaum, sino que también generó una percepción de violencia estatal y un clima de opresión que recuerda a épocas pasadas. La forma en que se intentó manipular la información, con "tramoya negra" y provocaciones, solo sirvió para exponer las debilidades del régimen y su incapacidad para manejar la disidencia de forma constructiva.

Dice IA en modo bot optimista:

A pesar de los desafíos y los intentos de manipulación, la protesta ciudadana demostró ser resiliente y exitosa. La estrategia gubernamental, que buscaba generar una "narrativa del caos", terminó por ser decodificada como una muestra de hartazgo ciudadano ante un régimen percibido como corrupto. Las imágenes de la movilización, lejos de ser un reflejo de violencia por parte de los manifestantes, se interpretaron como una rebelión social legítima. Incluso, la propia campaña de desprestigio previa a la protesta, con sus teorías conspirativas, terminó por amplificar el mensaje y dar a conocer la convocatoria a una escala mayor. La memoria de la opresión, aunque presente, también resalta la capacidad de la ciudadanía para organizarse y superar obstáculos, convirtiéndose en "víctima y a la vez vencedora".

Sección: Política

 Este análisis con resumen se realiza con IA (🤖) y puede tener imprecisiones. leer el texto original 📑

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La legitimidad de los marchistas no puede ponerse en duda, ni en este caso, ni en el de los padres de Ayotzinapa, ni las madres de los desaparecidos, ni las feministas, ni los de Frena.

El autor describe la marcha como una manifestación plural, espontánea y pacífica, pero señala que el operativo en el Zócalo fue diseñado para inhibir la concentración ciudadana, no para protegerla.