Rank Columnas | Mail o Telegram

Este texto, escrito por Kim Durand el 18 de noviembre de 2024, analiza la problemática del desperdicio de alimentos en México y la importancia de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible para combatirla. Durand, con experiencia en la industria alimentaria, ofrece una perspectiva global, comparando la situación mexicana con ejemplos exitosos en Francia y Dinamarca.

Resumen:

• El desperdicio de alimentos en México es una crisis ambiental, social y económica que requiere atención inmediata.
• La Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, aprobada en abril de 2024, es un primer paso importante, pero necesita una implementación efectiva a nivel estatal.
• Se requiere inversión en infraestructura para el almacenamiento y distribución de alimentos excedentes, junto con incentivos económicos para compensar los costos de las empresas. Francia, con su deducción fiscal del 60% por donaciones de alimentos, sirve como ejemplo.
• Es crucial establecer un sistema de monitoreo y sanciones para asegurar el cumplimiento de la ley, similar al modelo de Francia con multas por incumplimiento.
• Las campañas de concientización pública son fundamentales para cambiar la percepción del consumidor sobre los alimentos próximos a su fecha de caducidad, inspirándose en iniciativas como WeFood en Dinamarca.
• La colaboración entre el sector público y privado es esencial para lograr un cambio de mentalidad y fomentar la responsabilidad compartida en la reducción del desperdicio.
• El éxito de la ley dependerá de la inversión en infraestructura, incentivos claros, monitoreo eficaz y campañas de sensibilización constantes.

Conclusión:

El texto de Kim Durand destaca la necesidad de una implementación integral y efectiva de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible en México. El éxito de la ley no solo depende de la legislación, sino también de la inversión, la colaboración público-privada, y la concientización del consumidor, aprendiendo de las experiencias exitosas en otros países como Francia y Dinamarca. El llamado a la acción es claro: se requiere un esfuerzo conjunto para transformar el sistema alimentario mexicano y reducir el impacto del desperdicio de alimentos.