Tensión en la COP30: pueblos indígenas piden ser escuchados

El texto de Odette Ferrer, escrito el 12 de noviembre de 2025, describe la tensión y las contradicciones observadas durante la inauguración de la COP30 en Belém, Brasil. Se centra en la protesta de los pueblos indígenas y movimientos sociales, quienes denunciaron la falta de inclusión y la desconexión entre las negociaciones climáticas y la realidad que viven en sus territorios.

La paradoja central es que quienes protegen la biodiversidad son excluidos de las decisiones sobre su futuro.

📝 Puntos clave

• La COP30 en Belém se inauguró con una protesta de pueblos indígenas y movimientos sociales.
• Los manifestantes denunciaron la exclusión de los pueblos indígenas de las negociaciones climáticas, a pesar de su papel crucial en la protección de la biodiversidad.

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• La protesta se centró en la diferencia entre la Zona Azul (negociaciones oficiales) y la Zona Verde (espacio público), evidenciando la desconexión entre la diplomacia climática y la realidad.
• Las demandas de los pueblos indígenas, como la demarcación de tierras y el fin de los megaproyectos extractivos, rara vez se incorporan a los textos oficiales de la COP.
• La autora destaca que las cumbres climáticas deben dejar de ser meras vitrinas y convertirse en espacios de escucha real para los pueblos indígenas.
• Xananine, activista ngiwa, denuncia la complicidad de la COP30, las Naciones Unidas y los gobiernos en el extractivismo en territorios indígenas.

🥊🎭 Chairos y Fifís opinan del texto

Lo que diría un chairo...

Este texto desenmascara la hipocresía de las cumbres climáticas como la COP30. Mientras los gobiernos y las corporaciones se llenan la boca con discursos sobre sostenibilidad, los pueblos indígenas, verdaderos guardianes de la naturaleza, son ignorados y reprimidos. La protesta en Belém es un grito de justicia contra un sistema que prioriza las ganancias sobre la vida. Es hora de que la voz de los pueblos originarios sea escuchada y que se ponga fin al extractivismo que destruye sus territorios. ¡El pueblo unido jamás será vencido!

Lo que diría un fifí...

Si bien es importante considerar las perspectivas de los pueblos indígenas en la COP30, no podemos permitir que protestas y actos vandálicos interrumpan las negociaciones cruciales para abordar el cambio climático. La Zona Azul es un espacio para la diplomacia y el diálogo constructivo entre los líderes mundiales. Es necesario encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de los pueblos indígenas y el desarrollo económico sostenible. Además, hay que tener cuidado con las narrativas extremistas que demonizan a las empresas y al sector privado, ya que son fundamentales para impulsar la innovación y las soluciones tecnológicas que necesitamos para combatir el cambio climático.