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Este texto, escrito por Gerardo Garibay Camarena el 1 de noviembre de 2024, analiza la promesa social que se ha construido alrededor del título universitario en México. El autor argumenta que la palabra "licenciado" ha adquirido un significado casi mágico, representando autoridad, certeza y poder. Sin embargo, esta promesa se ha convertido en una olla de presión, ya que la realidad no siempre se ajusta a las expectativas.

Resumen

• La promesa social del "licenciado": Desde la década de los cincuenta, con el auge de las universidades en México, se ha construido la idea de que obtener una licenciatura es la clave para acceder a una mejor calidad de vida. Se ha presentado al "licenciado" como una figura aspiracional, con un trabajo cómodo y un salario superior.
• La expansión de la educación superior: La cobertura de la educación superior se ha multiplicado en México, con un aumento significativo en el número de personas con títulos universitarios. Sin embargo, no se ha acompañado este cambio con una actualización de la promesa social, lo que ha generado una brecha entre las expectativas y la realidad.
• La promesa incumplida: Los recién egresados llegan al mundo laboral con la sensación de que la sociedad les debe cumplir con la otra mitad de la promesa. Sin embargo, la realidad es que la competencia por los puestos de trabajo es mayor, y la promesa de un trabajo cómodo y bien remunerado no siempre se cumple.

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• La correlación no implica causalidad: Si bien es cierto que las personas con títulos universitarios suelen tener mejores ingresos, esto no significa que la licenciatura sea la única causa de este éxito. Otros factores, como la experiencia laboral, las habilidades y las redes de contacto, también juegan un papel importante.

Conclusión

El texto de Gerardo Garibay Camarena plantea una crítica a la promesa social que se ha construido alrededor del título universitario en México. El autor argumenta que la expansión de la educación superior no ha ido acompañada de una actualización de las expectativas, lo que ha generado una sensación de frustración entre los recién egresados. Es necesario repensar la promesa social del "licenciado" y reconocer que el éxito profesional depende de una combinación de factores, no solo del título universitario.