Cuando llegaron ya estaba el tren…

El texto de Carlos Marín, fechado el 8 de octubre de 2025, analiza las declaraciones de Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ante la Cámara de Diputados sobre el Tren Maya. El autor destaca el reconocimiento por parte de Bárcena de los daños ambientales y las irregularidades legales cometidas durante la construcción del proyecto, contradiciendo las afirmaciones previas de Andrés Manuel López Obrador.

Alicia Bárcena admite los daños ambientales y legales del Tren Maya, contradiciendo a Andrés Manuel López Obrador.

📝 Puntos clave

• Alicia Bárcena reconoce que el Tren Maya ya estaba en construcción cuando asumió su cargo el 1 de octubre de 2024.
• La SEMARNAT está evaluando los permisos del Tren Maya para regularizar la obra, imponiendo condicionantes y cuantificando áreas de reforestación.

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• Se reconoce la afectación a ocho cavernas y cenotes en el tramo cinco, y se están realizando trabajos de limpieza y retiro de concreto.
• Bárcena reafirma el compromiso del gobierno con el acceso a la información, la justicia ambiental y la participación ciudadana, incluso ante la nueva Ley de Amparo.
• La Presidenta no está convencida con los proyectos de minería a cielo abierto y quiere revisarlos personalmente.
• El autor contrasta la franqueza de Bárcena con las negaciones previas de López Obrador sobre los impactos ambientales del Tren Maya.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el aspecto más negativo que se desprende del texto?

La admisión de Alicia Bárcena sobre los daños ambientales y las irregularidades legales en la construcción del Tren Maya revela la magnitud del impacto negativo que tuvo el proyecto, especialmente en la deforestación de la selva y la afectación a cavernas y cenotes. Esto pone en evidencia la falta de transparencia y la negación de los problemas por parte de la administración anterior de López Obrador.

¿Cuál es el aspecto más positivo que se desprende del texto?

La franqueza y el compromiso de Alicia Bárcena con la regularización de la obra, la transparencia, la justicia ambiental y la participación ciudadana son aspectos muy positivos. Su disposición a reconocer los errores del pasado y a tomar medidas para mitigar los daños, así como la postura de la Presidenta sobre la minería a cielo abierto, generan esperanza en un cambio de enfoque hacia una política ambiental más responsable.