La no retroactividad, certeza jurídica como principio de Estado

El texto de Luis David Fernández Araya, publicado el 6 de Octubre del 2025, analiza el mensaje de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la no retroactividad de la ley en México, destacando su importancia para el Estado de Derecho y la confianza ciudadana.

La no retroactividad de la ley es un principio constitucional fundamental en México, garantizado por el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

📝 Puntos clave

• La presidenta Claudia Sheinbaum reafirma el compromiso de México con el principio de no retroactividad de la ley, establecido en el artículo 14 constitucional.
• La no retroactividad protege a los ciudadanos de cambios unilaterales en las reglas del juego, fortaleciendo la confianza en las instituciones.

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• El mensaje de la presidenta busca generar certeza jurídica tanto a nivel nacional como internacional, atrayendo inversiones y consolidando la estabilidad del país.
• La prohibición de la retroactividad es una salvaguarda contra el autoritarismo y los excesos de poder, garantizando que la justicia se aplique hacia adelante.
• La Cuarta Transformación, en su segunda etapa, se compromete a respetar la Constitución y los derechos adquiridos, sin vulnerar la legalidad.
• El gobierno de Sheinbaum busca consolidar un Estado democrático de derecho, donde las transformaciones se realicen con apego a la ley y transparencia.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos podrían derivarse del mensaje de la presidenta Sheinbaum sobre la no retroactividad de la ley?

Si bien el mensaje busca generar confianza, podría interpretarse como una limitación a la capacidad del gobierno para implementar reformas profundas que requieran revisar situaciones jurídicas pasadas, incluso si estas pudieran considerarse injustas o perjudiciales para el interés público.

¿Qué aspectos positivos se destacan del mensaje de la presidenta Sheinbaum sobre la no retroactividad de la ley?

El mensaje fortalece la confianza ciudadana en el Estado de Derecho, al garantizar que las reglas del juego no cambiarán arbitrariamente. Esto genera estabilidad, atrae inversiones y consolida la gobernabilidad, permitiendo que las transformaciones se realicen con apego a la ley y transparencia.