El texto, escrito por David Razú el 30 de octubre de 2024, analiza las nuevas tendencias de inversión global y su impacto en México. El texto destaca la importancia de la inteligencia artificial (IA), la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y la reestructuración de las cadenas de suministro como motores de estas inversiones.
Resumen
BlackRock, una de las principales firmas de gestión de activos a nivel global, identifica una nueva ola de inversiones impulsada por la IA, la transición hacia una economía verde y la reestructuración de las cadenas de suministro.
Las fuentes de financiamiento para estas inversiones son significativas, con un crecimiento esperado de los activos globales dedicados a este tipo de proyectos de 1.5 billones de dólares en 2022 a 2.3 billones para 2027.
La reforma de pensiones de 2020 en México generará 104 mil millones de dólares en contribuciones adicionales entre 2023 y 2030, lo que podría impulsar el desarrollo de infraestructura en el país.
La relocalización de cadenas de suministro (nearshoring) en Norteamérica está impulsando la economía mexicana a través de la inversión extranjera, con proyectos como la construcción de la planta de microchips más grande del mundo por parte de Foxconn en México.
México enfrenta retos en materia de infraestructura, especialmente en energía, agua y logística, pero la actual administración ha presentado un ambicioso Plan Nacional de Infraestructura para abordar estos desafíos.
México cuenta con ventajas como su ubicación geográfica, estabilidad macroeconómica y social, y un ambiente favorable para la inversión, lo que lo posiciona como un destino clave para el desarrollo industrial de América del Norte.
El dinamismo económico de los estados del sur de México se refleja en el crecimiento del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del Inegi, con Quintana Roo, Yucatán y Oaxaca liderando el crecimiento en el primer semestre de 2024.
Conclusión
El texto destaca las oportunidades que presenta la nueva ola de inversiones globales para México, gracias a su ubicación estratégica, su estabilidad macroeconómica y su atractivo para la inversión extranjera. Sin embargo, el aprovechamiento de estas oportunidades requiere abordar los retos en materia de infraestructura y fortalecer las ventajas existentes.