El texto de Ignacio Morales Lechuga, publicado el 23 de Octubre del 2024, es una crítica contundente al estado actual de la seguridad en México, donde la impunidad se ha convertido en un problema endémico. El autor argumenta que la falta de justicia y la corrupción en el sistema político han permitido que la delincuencia prospere, creando un círculo vicioso de violencia y miedo.
Resumen
Ignacio Morales Lechuga destaca la relación funcional entre el poder político y la delincuencia, donde la incapacidad o complicidad de las autoridades permite que los criminales operen con impunidad.
El autor cita el caso de Segalmex como ejemplo de corrupción y el caso de Sinaloa como ejemplo de violencia, ambos ejemplos de la indiferencia del poder político ante delitos graves.
Morales Lechuga señala que la impunidad es un factor clave que incentiva la delincuencia, ya que el 98% de los delitos quedan sin castigo.
El miedo de las víctimas a denunciar, por temor a represalias o por la convicción de que sus casos no serán atendidos, contribuye al círculo vicioso de la impunidad.
El crecimiento exponencial de los homicidios dolosos y otros delitos como la extorsión, junto con la falta de recursos y la ineficiencia del sistema judicial, dificultan la construcción de un verdadero estado de derecho.
La reforma judicial, según el autor, no resolverá el problema de la impunidad, ya que no se cuenta con la infraestructura necesaria para atender la gran cantidad de delitos.
Morales Lechuga critica la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena, argumentando que no se cuenta con la preparación necesaria para ejercer funciones de policía.
El autor concluye que la impunidad seguirá siendo un problema de fondo, y que la falta de acción por parte del gobierno podría llevar a un país gobernado por la delincuencia.
Conclusión
Ignacio Morales Lechuga presenta un panorama sombrío de la situación de la seguridad en México, donde la impunidad y la corrupción han creado un sistema que favorece a los criminales. El autor hace un llamado a la acción, instando a la sociedad a no resignarse a la violencia y la impunidad, y a exigir un cambio real en el sistema de justicia.