El texto de Manuel J. Jáuregui publicado el 18 de octubre de 2024 en EN REFORMA analiza la situación del ex presidente Felipe Calderón en relación con la condena de su ex secretario de seguridad, Genaro García Luna, por corrupción y vínculos con el narcotráfico.
Resumen
Jáuregui critica la postura de Calderón quien, tras la condena de García Luna, asegura no haber tenido indicios de la "doble vida" de su colaborador.
Jáuregui argumenta que Calderón sí tenía indicios claros sobre la actuación de García Luna, tanto antes como después de su nombramiento como secretario de seguridad.
Se menciona que la DEA y otras agencias de Estados Unidos no confiaban en García Luna, y que incluso personas en México advirtieron a Calderón sobre su comportamiento.
Jáuregui señala que la condena de García Luna es la punta de un iceberg que refleja una enfermedad grave en México, que no comenzó ni terminó con Calderón.
Se menciona que investigaciones norteamericanas sugieren que las mismas organizaciones de narcotráfico que García Luna protegía pudieron haber apoyado campañas políticas de otros partidos y candidatos.
Jáuregui considera que Calderón debe pedir perdón a la nación por su omisión en el caso García Luna, pero también señala que otros presidentes, incluyendo a la actual presidenta Sheinbaum, también deberían pedir perdón por sus acciones.
Se menciona que la actual presidenta Sheinbaum visitó en seis ocasiones Badiraguato, la cuna del cártel de Sinaloa, y tuvo atenciones con la familia de los líderes del cártel.
Jáuregui concluye que el caso García Luna es un ejemplo de que hay muchos funcionarios "chuecos" en México, y que aún falta mucho por revelarse.
Conclusión
El texto de Manuel J. Jáuregui critica la postura de Calderón en el caso García Luna, y lo considera responsable por omisión de las acciones de su ex secretario de seguridad. Jáuregui también señala que el caso García Luna es un síntoma de una enfermedad grave que aqueja a México, y que no se limita a un solo gobierno. Finalmente, el autor sugiere que otros presidentes, incluyendo a la actual presidenta Sheinbaum, también deberían pedir perdón por sus acciones en relación con el narcotráfico.