Cuidado

El texto de Miriam Hinojosa Dieck, escrito el 4 de Septiembre de 2025 en Monterrey, aborda la importancia de reconocer y redistribuir las labores de cuidado para el avance de las mujeres. Destaca la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que identifica el derecho a cuidar, ser cuidado y el autocuidado como un derecho humano individual.

El cuidado es un derecho humano individual, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

📝 Puntos clave

• La desigual distribución de las labores de cuidado es un obstáculo para el pleno desarrollo de las mujeres, limitando su acceso a la educación, el trabajo remunerado y el esparcimiento.
• La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha publicado una opinión consultiva que reconoce el derecho a cuidar, ser cuidado y el autocuidado como un derecho humano individual.

• Publicidad
• El cuidado es fundamental para el acceso a otros derechos como la vida, la educación y el trabajo.
• Es necesario reconocer que el acceso a los derechos no puede ser intermitente a lo largo del ciclo de vida de las personas.
• El Estado, la empresa y la sociedad tienen obligaciones en relación con el derecho al cuidado.
• Se debe maximizar la oportunidad para que las personas tomen decisiones que les impacten y puedan realizar sus proyectos de vida.
• El florecimiento de personas, negocios e instituciones depende en gran medida del trabajo de cuidado realizado por las mujeres.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspecto del texto podría generar controversia o ser considerado un desafío para su implementación?

La implementación de políticas que redistribuyan las labores de cuidado podría enfrentar resistencia por parte de sectores que se benefician del statu quo, donde las mujeres asumen desproporcionadamente estas tareas. Además, definir y medir el valor económico del trabajo de cuidado no remunerado presenta un desafío significativo.

¿Cuál es el aspecto más positivo o prometedor del texto?

El reconocimiento del derecho al cuidado como un derecho humano individual por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es un avance significativo. Esto proporciona una base legal y moral sólida para exigir políticas públicas que promuevan la redistribución de las labores de cuidado y garanticen el bienestar de quienes cuidan y quienes son cuidados.