Entre la excelencia y el coaching: ¿educación o autoayuda escolar?

El texto escrito por Pablo Martínez el 20 de Septiembre del 2025 analiza críticamente los conceptos de calidad, excelencia y coaching educativo en el ámbito de la educación. Argumenta que, aunque estos términos suenan positivos, a menudo ocultan desigualdades estructurales y responsabilizan a individuos (docentes y estudiantes) de problemas que son más amplios y complejos.

El coaching educativo, aunque se presenta como innovador, puede reforzar la desigualdad al responsabilizar al individuo de su éxito o fracaso.

📝 Puntos clave

• Pablo Martínez critica la inclusión de "calidad" y "excelencia" en el artículo 3º de la Constitución, argumentando que son redundantes y ocultan desigualdades.
• La "calidad" educativa se ha reducido a parámetros de evaluación y control, subordinando la pedagogía a indicadores técnicos.

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• El "coaching educativo" se presenta como una metodología innovadora, pero ofrece soluciones superficiales que ignoran los problemas estructurales del sistema educativo.
• La calidad, la excelencia y el coaching educativo comparten una narrativa individualizante que invisibiliza las desigualdades de recursos, las brechas culturales y las discriminaciones históricas.
• Estos enfoques trasladan al docente la obligación de responder a indicadores externos, colocan sobre el estudiante la presión de sobresalir y alientan a cada individuo a explotar su potencial, sin considerar las condiciones materiales y sociales que limitan el aprendizaje.
• El coaching educativo se inserta en la misma lógica de la calidad y la excelencia, responsabilizando al individuo de su éxito o fracaso y soslayando las condiciones estructurales que limitan el trabajo docente y el aprendizaje.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el principal problema que Pablo Martínez identifica en los enfoques de calidad, excelencia y coaching educativo?

El principal problema es que estos enfoques, aunque se presentan como positivos e innovadores, tienden a individualizar la responsabilidad del éxito o fracaso educativo, ignorando las desigualdades estructurales y las condiciones materiales que limitan el aprendizaje tanto de docentes como de estudiantes.

¿Qué aspecto positivo, si lo hay, podría rescatarse del concepto de "calidad" educativa según Pablo Martínez?

Pablo Martínez sugiere que la "calidad" educativa podría ser una ruta de mejora si se libera de su sesgo tecnocrático y se replantea desde lo pedagógico y lo social, entendiéndola no como control, sino como compromiso con la equidad y el derecho a aprender, capaz de orientar políticas que respondan a las necesidades de las mayorías y a la diversidad cultural del país.