La energía masculina en el liderazgo femenino: ¿aliada o trampa?

Este texto de Ana de Saracho, fundadora y CEO de "Yo en Gestión 360°", explora la importancia de equilibrar las energías masculina y femenina en el liderazgo femenino, basándose en su experiencia acompañando a mujeres ejecutivas.

Un estudio de McKinsey confirma que las empresas con mayor diversidad de género en su liderazgo tienen un 25% más probabilidades de superar el rendimiento financiero promedio.

📝 Puntos clave

• Muchas mujeres ejecutivas han desarrollado una fuerte energía masculina para sobrevivir y tener éxito en entornos competitivos.
• La energía masculina aporta claridad, impulso transformador y resiliencia, permitiendo abrir puertas y alcanzar logros.

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• Quedarse atrapada solo en la energía masculina puede llevar a la rigidez, el agotamiento y la pérdida de creatividad. Un estudio de Deloitte revela que el 53% de las mujeres líderes siente agotamiento extremo.
• Es crucial integrar ambas energías: tomar decisiones firmes con empatía, ser estratégicas sin dejar de escuchar.
• Michelle Obama es presentada como un ejemplo de liderazgo que equilibra ambas energías, mostrando fuerza y determinación junto con cercanía y empatía.
• Se ofrecen claves prácticas para equilibrar las energías, como hacer pausas, compartir vulnerabilidad, diseñar rituales de recarga y buscar una tribu de mujeres.
• El liderazgo auténtico nace de la danza entre la fuerza de avanzar y la sabiduría de sentir.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos se pueden identificar en el texto?

El texto podría ser criticado por simplificar las energías masculina y femenina, ya que estos conceptos pueden ser interpretados de manera estereotipada y limitante. Además, aunque menciona el agotamiento, no profundiza en las causas sistémicas que contribuyen a este problema en las mujeres líderes.

¿Qué aspectos positivos se pueden destacar del texto?

El texto ofrece una perspectiva valiosa sobre la importancia de la autenticidad y el equilibrio en el liderazgo femenino. Alienta a las mujeres a reconocer y aprovechar tanto su fuerza como su sensibilidad, promoviendo un liderazgo más humano y efectivo. El ejemplo de Michelle Obama es inspirador y las claves prácticas son útiles para el desarrollo personal y profesional.