El texto de Martha Bárcena del 10 de septiembre de 2024, publicado en la plataforma EEZ, analiza la exposición sobre el pintor novohispano Miguel Cabrera en el Museo de América de Madrid.
Resumen
La exposición destaca cuatro de los ocho óleos que posee el museo de las "pinturas de castas" o de "mestizaje".
Sergio Coca Crespo escribió un artículo para el catálogo titulado "Nuevos nombres para nombrar nuevas generaciones", citando a Inca Garcilaso de la Vega.
La pintura de castas fue un género autóctono que se desarrolló particularmente en México.
La serie de Miguel Cabrera, compuesta por 15 óleos, fue pintada en 1763 y representa una etapa de madurez en su carrera.
La serie se encuentra dispersa en diferentes museos y colecciones privadas: ocho en el Museo de América, cinco en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey, uno en el Museo de Los Ángeles y dos en colecciones privadas desconocidas.
La pintura de castas fue un género autónomo del arte virreinal que predominó durante el siglo XVIII y desapareció tras las reformas borbónicas y la independencia de las naciones iberoamericanas.
El origen del género se ubica en 1710 cuando el virrey Duque de Linares encargó una serie de pinturas para mostrar las uniones mestizas en la Nueva España.
En una primera etapa, de 1710 a 1760, las pinturas reflejaron el sentimiento criollo de orgullo por la riqueza y diversidad de la Nueva España.
Tras las reformas borbónicas, las pinturas reflejaron las barreras sociales entre los grupos étnicos y el color de la piel.
Coca cita los estudios de Katzew, García Saiz, Pilar Gonzalbo y Solange Alberro sobre la sociedad novohispana y la "trampa de las castas".
La sociedad novohispana era rica en mestizaje y se creó un léxico para clasificar a las personas según su origen étnico: indio, mestizo, castizo, zambo, mulato, albino, coyote, saltapatrás.
Las pinturas de castas mostraban las profesiones, frutas, verduras, textiles y vestuario de la Nueva España, creando un "ecosistema" material, profesional y doméstico.
Las pinturas proclamaban "la grandeza mexicana en el sentido de su fecundidad, variedad y dinamismo… gracias al mestizaje."
Conclusión
Martha Bárcena destaca la importancia de la pintura de castas como un reflejo de la sociedad novohispana y su riqueza cultural. La exposición en el Museo de América ofrece una oportunidad para apreciar este género único y comprender la complejidad del mestizaje en la historia de México.
